El segundo plan galego de inclusión social acaba con un balance positivo tras cuatro años de gestión y 1.236 personas atendidas solo en la oficina I+B de Vilagarcía de Arousa, desde donde las técnicas del Consorcio de Benestar dan cobertura a personas en riesgo de exclusión de diez municipios. La Consellería de Traballo e Benestar garantiza la continuidad de este servicio con un nuevo programa para otros cuatro años, por lo que los usuarios seguirán con la protección social al tiempo que se les ayuda para su reinserción.

Del total de 1.236 usuarios atendidos en la oficina vilagarciana I+B del Consorcio, el 62% (767 personas) pertenece a este municipio. Le siguen los 94 usuarios de Sanxenxo; 72 de Cambados; 54 de Caldas de Reis; 44 de Vilanova de Arousa; 40 de A Illa de Arousa; 31 de O Grove; y otros tantos en Meaño; 28 en Meis; 21 en Moraña; 19 en Catoira; 18 en Pontecesures; 9 en Portas y 8 en Valga.

El trabajo de inserción ha dado sus frutos en el 29,53% de los casos ya que 365 personas (169 hombres y 196 mujeres) lograron completar los objetivos de inclusión social.

A través de la mediación establecida entre el equipo de inclusión y el mercado laboral, además de las ofertas del entorno, los 365 participantes lograron una inserción laboral en los sectores de hostelería, servicios a empresas, industria, mar, construcción, servicios a la comunidad y conserveras. Las diferencias han estado en el tiempo de contrataciones que oscilaron entre los 15 días y los seis meses, ya que es difícil que el mercado laboral actual ofrezca un contrato de trabajo de más de un año.

En el cuatrienio del segundo plan de inclusión social el equipo técnico de Vilagarcía organizó diversas acciones formativas de las que se beneficiaron más de 400 usuarios. Los cursos abordaron el manejo de la carretilla elevadora, el carné de manipulación de alimentos, técnicas de búsqueda activa de empleo, adquisición de competencias socioprofesionales, limpieza, hábitos saludables, auxiliar de cocina, alfabetización, hostelería, prevención de riesgos laborales y desarrollo de aspectos personales para la ocupación.

Laura Estévez Caride, una de las coordinadoras de Inclusión del Consorcio Galego de Benestar, explicó que algunos de los usuarios permanecen en el programa desde el año 2008 dado que por sus difíciles características personales tienen más problemas para su inserción.

El programa atiende a los usuarios del circuito de servicios públicos; muchos de ellos son derivados de los servicios sociales municipales y otros como usuarios de la Risga (renta de integración social de Galicia).

Personas sin hogar; con problemas de drogodependencias, sociales, psicológicos y de salud han sido las primeras usuarias de este plan. Pero en los últimos años, como consecuencia de la crisis económica, se ha añadido al programa un nuevo perfil de usuario: personas con familia e hipoteca a cargo que se han quedado sin trabajo, que agotaron todas las prestaciones por desempleo y que se quedan desprotegidas.

Este tipo de beneficiarios logra un índice más alto de inserción laboral tras la mediación del equipo de inclusión.

Las técnicas del programa de inclusión realizan un seguimiento de todos los usuarios y desarrollan itinerarios para tratar de encauzar la situación de las personas con los perfiles más complejos.

Por su parte, la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, ha destacado que la lucha contra la exclusión social continuará con un nuevo programa a desarrollar entre 2014 y 2020, que se centrará especialmente en la lucha contra la pobreza infantil, sobre el que se desarrollará un estudio para conocer su diagnosis real.

En este nuevo plan se inscribirá también la nueva estrategia para la inclusión de la población gitana, que contemplará varias medidas específicas, entre las que destaca la de facilitar el acceso del colectivo a la vivienda. La inclusión contará también con una cartera de servicios que regulará todos los recursos de los que podrán disponer las personas en riesgo de exclusión, impulsando especialmente aquellos que favorezcan la inclusión activa.

Además está en trámite en el Parlamento de Galicia la nueva Lei de Inclusión social.