El coste del suelo en los polígonos de la comarca de O Salnés se ha convertido en uno de los principales handicaps para su ocupación. Con más de 120 euros por metro cuadrado, polígonos como el de Baión permanecen prácticamente desiertos a la espera de las naves para las que fueron creados, pero el coste de las parcelas hace que las empresas se lo replanteen mucho, precisamente en una época en la que la crisis económica no permite a las firmas disponer de la liquidez suficiente para adquirir esas parcelas.

La del alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, fue una de las primeras voces en alzarse a este respecto, pero hay más que reclaman un ajuste de precios a la realidad actual. Una de ellas es la del presidente de la Cámara de Comercio de Vilagarcía, Miguel Falcón, que ayer reconocía que "el problema para sentarnos en los polígonos es una suma importante de factores, entre las que destaca el precio de los terrenos o la ausencia de financiación para ello en estos momentos". El presidente de la entidad cameral considera que las administraciones deben "buscar ajustar el precio a la realidad, ya que en estos momentos, adquirir una parcela en Baión, por ejemplo, resulta inasumible prácticamente para cualquier empresa".

Apunta Falcón que los polígonos industriales de la comarca de O Salnés se construyeron en un momento en la que la realidad era de bonanza económica, "pero el paso del tiempo ha cambiado por completo esa realidad, y las empresas aquilatamos costes por todos lados, y no puede ser que la adquisición de una parcela en un polígono suponga uno de los porcentajes más altos en la instalación de la industria, cuando te queda por construir y dotar de las maquinarias necesarias y los empleados; hoy en día no se justifican los precios actuales".

De hecho, Falcón apunta que los polígonos industriales que se vendieron a un precio razonable, caso de Cabanelas o Sete Pías, "se fueron ocupando por que su precio era competitivo, no es esa la situación que viven aquellos parques empresariales cuyo coste del terreno supera los 120 euros metro cuadrado, que permanecen totalmente vacíos en estos momentos".

Insiste en que "si las herramientas para impulsar la productividad no las ajustas a la realidad, la iniciativa privada no va a poder tirar para adelante, y la administración debería verlo, porque las empresas también formamos parte del tejido social". En este sentido, explica el presidente de la Cámara de Comercio, "terrenos edificables y pisos han experimentado un considerable descenso en su cotización, pero no así los polígonos en los que habría que tomar medidas; está claro que los polígonos son necesarios y si tienen un precio razonable se llenarán".

El polígono industrial de Baión, al que se refirió en su día Gonzalo Durán, solo mantiene una pequeña ocupación, ya que solo dos empresas han optado por trasladar sus instalaciones a la zona. El resto de los más de 300.000 metros cuadrados de polígono industrial y comercial permanece totalmente vacío, una situación similar a la que ocurre en Barro-Meis.