El IES Ramón Cabanillas de Cambados agotó el pasado mes de junio las plazas ofertadas en su grado medio de Aceite de Oliva y Vino, un ciclo que capacita al que lo estudia para trabajar en el sector vitivinícola (o aceitero) y que, explican en el centro, abre muchas puertas a nivel profesional en la comarca. De ahí que, pese a que solo dispone de 22 plazas, haya alumnos de todas las edades, algunos titulados universitarios, y que estos procedan de diversos lugares de Galicia.

Y es que Cambados es uno de los tres municipios de la comunidad que oferta este grado medio cada día más solicitado. Las otras dos son Ponteareas y Ribadavia. En el Ramón Cabanillas lleva implantado desde 2000, cuando las clases se daban en las bodegas Martín Códax, que sigue colaborando activamente con el instituto a través de la formación práctica en empresas.

Una oportunidad laboral

La coordinadora de estas prácticas es Montserrat García, docente del IES Cabanillas. "El ciclo son 2.000 horas, pero 410 son de aprendizaje en varias bodegas de la comarca, sobre todo ahora, en la época de la vendimia", explica. En muchos casos, quien prueba, se queda. "Las firmas nos demandan gente en prácticas y quieren a personas que estén formadas para trabajar. A veces, cuando les envían un currículum llaman para preguntarnos por esa persona. No seleccionan a cualquiera".

Montserrat García asegura que "hay tanto hombres como mujeres y solo unos pocos son de Cambados. Tenemos alumnos de Vilagarcía, Meaño, Ribadumia, Noia, O Barco de Valdeorras o Cariño". Estos alumnos son de edades muy dispares. "Algunos acaban de terminar la ESO y se inscriben en este grado medio. Otros estudiantes son adultos con hijos que se quedaron en paro y buscan una nueva oportunidad en otro sector. También tenemos algún universitario que cree que le será más fácil encontrar empleo con este grado que con el título que acaba de sacarse", incide.

La oportunidad está ahí, pero como en todos los sectores, la coyuntura económica no permite milagros. "Este es un ciclo que tiene salida laboral, al menos hasta ahora, porque con la crisis el trabajo también empieza a escasear en las bodegas".

Más de 1.600 horas lectivas dan para mucho y capacitan a los que terminen el ciclo con el título de técnico de grado medio. "La mayor opción laboral es la de ser bodegueros, aunque también pueden ser almacenistas y especialistas en licores y aguardientes. Los alumnos reciben formación en diversos módulos, como el de viticultura, que es bueno para encontrar futuro en trabajos relacionados con la elaboración de vinos", explica García.

Lo cierto es que todo el proceso relacionado con la uva tiene su miga, como aclara Guillermo Hermo, del Pazo de Rubiáns. "Cada año, las personas que trabajan en la vendimia tienen que aprender las casuísticas de la temporada y refrescar algunos conceptos. Por ejemplo, en esta cosecha habrá muchos brotes jóvenes que son inútiles y no se pueden mezclar con el resto de la uva para evitar que se estropee. También tienen que aprender a cortar de forma limpia para no maltratar la cepa".