Hace ya cuatro años la familia que habita el vapor Hidria Segundo hacía un llamamiento casi desesperado para poder regresar a casa. Se había ido de O Grove buscando una oportunidad en los puertos del Estrecho o de la costa mediterránea, pero los planes no salieron del todo bien. Después de pedir ayuda social y económica, para poder volver a O Grove cuanto antes y para hacerlo con una mínima carga de trabajo, apoyo de la Administración y cuotas portuarias bajas, los propietarios del barco acabaron recurriendo a las redes sociales para reunir el dinero necesario con el que emprender el viaje de vuelta.

Ayer a las ocho de la tarde esta embarcación adaptada como barco escuela en el que realizar todo tipo de singladuras fondeó de nuevo en aguas grovenses, donde algunos recibieron a la tripulación y a la propia embarcación con los brazos abiertos.