Los voluntarios de Protección Civil de Valga y Pontecesures tienen un servicio de ayuda al peregrino. En el caso de la primera agrupación, sitúan un vehículo en O Pino, donde, entre otras funciones, sellan las credenciales de paso que los caminantes tienen que entregar debidamente cubiertas en la catedral de Santiago para lograr la Compostela.

Otras funciones de los voluntarios de Valga son informar a los peregrinos sobre el Camino o resolver sus dudas, y también atenderles de pequeñas lesiones. Las más habituales, en palabras de los propios voluntarios, son las ampollas en los pies, el dolor de rodillas por el sobreesfuerzo o los esguinces de tobillo.

En ocasiones también se realiza el traslado del caminante al centro de salud de Valga, pero solo tras recibir una orden expresa en ese sentido de la central de emergencias del 112. "Lo que no vamos a hacer es trasladar a una persona porque esté cansada y no le apetezca seguir andando para llegar al albergue. No estamos para hacerle competencia desleal a los taxistas", explica José Manuel Otero, presidente de la agrupación de Valga. Los voluntarios de esta localidad acostumbran a montar su puesto de apoyo al peregrino entre las 9 o 9,30 horas de la mañana y las 13 o 13,30 horas, y por la tarde hacen un recorrido por la senda para descartar que se haya quedado nadie rezagado o perdido en el monte.

Según los datos facilitados por Otero, en 2012 hicieron más de 3.000 horas en el Camino. Además, están barajando habilitar un segundo punto de atención en Cordeiro o Campaña, para atender a los viajeros que proceden de Vilanova de Arousa.

En el caso de Pontecesures también realizan trabajos de apoyo a los caminantes, aunque estos días no cuentan con un servicio fijo por las mañanas, puesto que un par de voluntarios que solían ir a la ruta han empezado a trabajar en las cuadrillas de extinción de incendios.