Los médicos plantean que, por lo general, las dolencias que entran en verano por el servicio de urgencias del Hospital son benignas, salvo cuando son episodios de una patología crónica. Quemaduras solares, picaduras de insectos, gastroenteritis, traumatismos... son algunas de las dolencias que se hacen más frecuentes en época estival.

Los profesionales sanitarios apuntan que a menudo podrían evitarse estos malos tragos con solo tomar las precauciones que dicta el sentido común.

Para prevenir las gastroenteritis, por ejemplo, hay que ser muy cuidadoso con la conservación de los alimentos frescos, y no dejarlos demasiado tiempo fuera de la nevera los días de mucho calor. Y aunque parezca una recomendación de perogrullo, los médicos avisan de que en la mayor parte de los casos de gastroenteritis que atienden, el paciente no ha comido los alimentos en mal estado en un bar o restaurante, sino en su propia casa.

También hay que aplicar el sentido común para evitar disgustos con el sol. Las quemaduras cutáneas son frecuentes entre julio y agosto, y para prevenirlas se deben evitar las exposiciones prolongadas al sol entre las 12 del mediodía y las cinco o seis de la tarde, sobre todo en el caso de las personas con piel de tonalidad clara. También se recomienda utilizar siempre crema protectora, incluso teniendo la tez morena.

Otro consejo que dan los médicos al llegar el verano es el de tomar muchos líquidos para prevenir las deshidrataciones. Una recomendación especialmente necesaria para los niños y personas de mayor edad.