El Concello de Catoira acoge estos días un curso en colaboración con la Universidade de Vigo sobre la hiperactividad, su evaluación, el diagnóstico y el tratamiento. Manuel Isorna es el director del curso. Este psicólogo y profesor de Ciencias de la Educación en Pontevedra reconoce que entre los especialistas hay muchas discrepancias sobre este trastorno y sobre el tratamiento al que deben someterse las personas que lo tengan.

-La hiperactividad es uno de los trastornos que aparece con mayor frecuencia entre los escolares. ¿Qué datos existen?

-Es una barbaridad. Los datos que tenemos de España es que entre un 8 y un 12% de los menores de 12 años están diagnosticados como personas hiperactivas. Muchos de ellos lo son, pero un gran porcentaje son falsos positivos.

-¿Cuál es el método que se utiliza para diagnosticar a estos pacientes?

-Hay que entender que esto es un trastorno no una enfermedad por lo que no existen métodos científicos. Lo que se utiliza es la escala de "conners". En ella los padres y los profesores del niño responden a unos preguntas, y dependiendo de los puntos y de si pasa o no el umbral fijado el niño tiene el trastorno o no. El problema es que no es lo mismo que se valoren las actitudes en septiembre o en junio, que las personas tengan 20 o 50 años, que se haga por la mañana o por la tarde...

-¿Qué tipo de preguntas se hacen en ese test?

-Son preguntas como: ¿el niño se levanta sin permiso?, ¿antes de terminar de formular alguna pregunta el niño ya contesta?, ¿es un pequeño inquieto?. Cosas que en un momento dado todos los niños hacen por lo que son pruebas muy subjetivas.

-¿Cree que se comenten errores realizando este tipo de pruebas?

-Está claro que hay personas que padecen este trastorno pero muchos otros niños que están diagnosticados con él no lo tienen. Son simplemente niños inquietos. Antes si unos padres veían que su hijo era nervioso iban al médico y preguntaban qué le ocurría y la mayoría de las veces les respondían simplemente que era un niño. Ahora ya no se pregunta, ahora el niño es nervioso y los propios padres afirman que es hiperactivo. Lo catalogan como tal y ya encuentran una solución al "problema".

-¿Qué se debe hacer con un niño que sí sufre este trastorno además de darle los medicamentos?

-Lo primero es la coordinación entre padres y colegio. Que todos entiendan de qué se trata y trabajen en la misma dirección. La falta de atención en estos niños puede provocar problemas mayores como la baja autoestima o las depresiones. Tienen que cambiar el clima en los hogares y que el niño perciba estos cambios.