El casco urbano de Vilagarcía dispone de numerosos pasos de peatones con escasa o nula visibilidad, bien por la presencia de contenedores o debido a la existencia de coches aparcados casi encima, tanto correcta como incorrectamente.

El Concello ha ido reformando algunos de ellos desde que en 2008 se sucedió una oleada de atropellos, pero el actual gobierno local, del Partido Popular, anunció antes de llegar a Ravella que se aplicaría un plan de seguridad vial que, hasta el momento, todavía no se ha puesto en práctica.

El actual edil de Tráfico, Ángel Benito Pérez Dorgambide, afirmó recientemente que era conocedor de las quejas de los viandantes y conductores que cada día transitan por el centro vilagarciano, aunque las reformas siguen haciéndose esperar.

Cada paso de peatones con escasa visibilidad obliga a los conductores y peatones a extremar la vigilancia a la hora de cruzar la calle. Aunque esto no es malo, pues mejora la atención de ambos, llega a ser desesperante en algunos tramos urbanos, como el que va desde la Praza da Independencia hasta el final de la calle de Santa Eulalia.

El cruce de San Roque con la plaza de la gasolinera es un punto especialmente crítico, en el que existe un ceda el paso que se convierte obligatoriamente en un stop a riesgo de que el conductor que no detenga su vehículo totalmente se "coma" a otro que proceda de la avenida de Juan Carlos I.

En Santa Eulalia son los contenedores los que tapan por completo la posible presencia de un niño a punto de cruzar la calle y, aunque a 30 kilómetros por hora pueda parecer que un impacto no sea tan grave, puede tener fatales consecuencias.

Arzobispo Lago, Conde Vallellano y A Mariña también cuentan con estos molestos pasos de peatones que estresan al conductor y hacen pensarse dos veces el cruzar la calle al peatón, que, en muchos casos, acaba optando por cruzar por cualquier sitio en cuanto ve que no hay coches en las proximidades.

A este problema se añade el hábito de algunos conductores de estacionar su coche en doble fila delante de un paso señalizado para peatones.