Los restos óseos hallados en el islote Areoso son desconocidos para la Dirección Xeral de Patrimonio. El ente dependiente de la Xunta reconoce que no existe ningún tipo de constancia del yacimiento cuya existencia fue revelada por la asociación cultural Pandulleiros de A Illa, por lo que tiene previsto enviar a la zona un equipo de arqueólogos y técnicos con el fin de recoger datos sobre el mismo. En principio, la intención de Patrimonio es que sus técnicos se presenten en el islote a lo largo de la próxima semana, mientras tratan de ponerse en contacto con la asociación para que les explique como fue ese hallazgo, sin descartar que se realice en las próximas semanas un trabajo más en profundidad. Esos trabajos también permitirían determinar si los huesos hallados en el yacimiento son humanos, como cree la asociación isleña, o si se trataría de restos de animales de la edad del Bronce.

Desde el ente dependiente de la Xunta se reconoce que esos trabajos deben realizarse cuanto antes, tal y como reclamaba Pandulleiros, al tratarse de un entorno "excesivamente cambiante" por efecto de las mareas y de la presión turística. De no hacerse así, podrían perderse para siempre esos restos que el mar ha dejado al descubierto después de haber arrastrado gran parte del paleosuelo que existía hace una década en el islote.

La riqueza arqueológica del islote es innegable, ya que en su superficie no es la primera vez que se encuentran restos de enterramientos de la Edad del Bronce, muchos de los cuales se encuentran catalogados. De todas formas, se cree que el islote todavía guarda muchas intrigas escondidas, unos secretos que corren serio riesgo de desaparecer por la degradación que ha sufrido en los últimos años y que es apreciable a simple vista.

De ese deterioro precisamente es del que alertaron desde la asociación cultural de A Illa de Arousa, reclamando una urgente actuación en la zona para evitar que "nuestra historia quede borrada del mapa de un plumazo, ya que esos restos que encontramos en Areoso no van a sobrevivir al próximo temporal".

La zona en la que aparecieron los restos óseos no fue investigada en las sucesivas campañas arqueológicas que tuvieron lugar a finales de los años 80, principios de los 90, y que estuvieron encabezadas por Manuel Rey.

Para el colectivo cultural isleño, la única solución para proteger todos los secretos que guarda Areoso pasa por incluirlo dentro del parque natural Illas Atlánticas, una decisión que permitiría limitar el acceso de personas a este espacio dunar y reducir la presión turística a la que ha estado siendo sometido en los últimos años. El colectivo insiste en que es necesario tomar medidas cuanto antes, no solo para preservar la riqueza arqueológica, sino también para proteger la medioambiental. "Las dunas se encuentran en un estado catastrófico por la presencia de veraneantes que no respetan las vallas de protección, dañando la flora que las sujeta, lo que puede provocar que acaben desapareciendo en breve", explican.