El Concello de O Grove vuelve a la carga, si es que en algún momento había dejado de presionar. Reclama la creación de un servicio profesional de emergencias, y para ello insta a la Xunta a proceder a la contratación urgente y anticipada de una quincena de trabajadores.

El objetivo es que puedan estar contratados a la mayor brevedad posible, para que presten sus servicios durante el segundo semestre del año y, de una manera muy especial, en verano, que es cuando se multiplica por cuatro la población, hay más riesgo de incendios y la intensidad de tráfico se dispara, con el consiguiente aumento del riesgo de accidente.

Se trata de recuperar lo que hasta no hace mucho tiempo era el Grupo Municipal de Intervención Rápida (Grumir), cuya eficacia en O Grove hasta el pasado 31 de diciembre parece estar fuera de toda duda.

Pero dicha figura desapareció de escena en toda Galicia para dar paso a lo que se conoce como Grupos de Emergencias Supramunicipal (GES) impulsados por la Xunta pero aún pendientes de implantación porque su distribución en los diferentes municipios no acaba de convencer a todos.

El de O Grove, como se explicó en numerosas ocasiones, se quedó sin Grumir y sin GES, por lo que, al menos sobre el papel, pasa a depender para las emergencias del servicio existente en Sanxenxo, a pesar de que la agrupación grovense de Protección Civil está considerada una de las más eficientes y mejor dotadas de Galicia.

Lo que sucede, como se dijo hace días, es que hay localidades de la provincia que rechazan la puesta en marcha de su GES, porque alegan que no tienen infraestructura apropiada para ello y que no disponen de recursos económicos suficientes para aportar su parte de la financiación.

Frente a esto, el gobierno tripartito que lidera el conservador Miguel Pérez, representado para asuntos de Seguridad Ciudadana por el galeguista Alfredo Bea García insiste en que O Grove no solo tiene el dinero necesario para poner su parte del deseado trato, sino también una infraestructura totalmente consolidada y un equipo humano sobradamente preparado, que actualmente forma parte de la agrupación de voluntarios pero que antaño integró el desaparecido Grumir.

El posible cierre del día 1

Así las cosas, tras insistir en que si no se concede a O Grove un servicio profesional el pueblo quedará "totalmente desatendido", ya que a partir del 1 de julio "podría cerrar sus puertas Protección Civil", Alfredo Bea García declara que "si otros no quieren su GES lo que debe hacer la Xunta es habilitarlo en O Grove, porque nosotros sí que lo queremos, y no solo lo queremos, sino que lo necesitamos".

Y el primer paso, aclara, es "contratar cuanto antes a esos quince profesionales de las emergencias, ya que todos sabemos que las singularidades de nuestro pueblo nos sitúan en una posición muy delicada ante cualquier accidente de tráfico, incendio o suceso grave de cualquier tipo, por eso insistimos tanto en disponer de profesionales que, como hicieron hasta ahora, sirvan de apoyo y protección a los vecinos grovenses".

El propio Alfredo Bea García indica que "este gobierno cesará en su empeño y seguiremos haciendo gestiones para lograr el mejor sistema de emergencias posible, pues insisto en que no parece lógico, sensato ni seguro que tengamos que estar pendientes del servicio de Sanxenxo o de los bomberos de Ribadumia".