Ángel Manuel Dopico, el principal artífice del Con Negro Paraxe Festival, que este año alcanza su novena edición, explica las razones por las que se ha decidido trasladarlo desde su lugar habitual a la playa de O Espiño -cerca del puerto de Pedras Negras-, por qué se modificó la fecha de celebración -pasa de septiembre a agosto- y, sobre todo, explicó por qué se decidió reenfocar el formato.

El resumen se limita, quizás, a un sencillo "renovarse o morir", pues el propio Dopico reconoce que el festival puesto en marcha para promocionar los grupos musicales noveles de la comarca había entrado en un proceso de declive sin freno. Si a esto se suman las dificultades económicas para mantenerlo -por la reducción de colaboradores- es fácil de entender el por qué de los cambios introducidos en el evento. "El espíritu es el mismo, pues queremos seguir promocionando los grupos noveles de la comarca, pero hemos decidido transformar totalmente el festival", que en años venideros incluso puede cambiar de nombre.

Lo que se anuncia, por tanto, son "actividades mucho más refrescantes, divertidas y participativas". Se acabó eso de organizar conciertos "hasta las tantas de la madrugada" y se preparan actividades que comiencen a eso de las 11 horas y finalicen a medianoche, "más o menos".

"Vamos a convertir la playa de O Espiño en una pista de baile donde sonarán los grupos y actuarán los DJs -relata Dopico-, pero también vamos a montar un pequeño parque acuático e incluso a organizar un pícnic, para que la gente acuda con su comida, sillas plegables y sombrillas".

Entre las propuestas aparecen "una cucaña marinera, desfiles de moda y de ropa surfera, concursos, competiciones deportivas, fiestas de la espuma y del agua" y, en definitiva, todo tipo de actividades que no requieren un esfuerzo económico alto pero pueden reunir a muchos participantes.