El Concello de Vilagarcía ha decidido tomar cartas en la polémica surgida en los últimos tiempos por causa de supuestas acciones violentas por parte de los "gorrillas" que suelen merodear en los aparcamientos públicos más transitados de la ciudad. El edil de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Ángel Benito "Cholo" Dorgambide, se reunirá el próximo lunes con varios ciudadanos afectados y con responsables de la Policía Local y Nacional. "Tenemos que coordinarnos un poco y extremar la vigilancia. No sé como echarle mano a este problema, pero es el momento, porque está yendo cada vez a más", alerta el concejal.

Las quejas de los usuarios de los aparcamientos de Fexdega, la explanada TIR y la plaza de abastos son numerosas y entre otras cosas, denuncian amenazas, ataques a sus coches e incluso "acoso", según comenta el propio concejal de Seguridad Ciudadana. "Hay una señora que se resistió a las amenazas de algunos 'gorrillas' y ahora van a por ella cada vez que la ven".

Según Dorgambide, "que haya 'gorrillas' no está mal. Los hay en todas las ciudades. Te ayudan a aparcar el coche y se agradece su trabajo. Pero lo que pasa en Vilagarcía no puede ser. La gente que viene de fuera se queda estupefacta".

Y es que, en palabras del edil, "algunos de ellos están muy puestos, en condiciones que no se pueden tolerar y que les llevan a comportarse sin educación y con actitudes violentas".

Peligros comunes

Uno de los principales problemas que ha detectado el Concello a través de las numerosas denunciar recibidas, "últimamente casi cada dos días", es el hábito que tienen algunos de estos aparcacoches de "pelearse entre ellos. A modo de represalia, rayan coches para echarle la culpa a su rival", explica Dorgambide.

El concejal también alerta de un peligro que es menos conocido pero que afirma que está empezando a extenderse. "Algunos gorrillas se tiran a los coches en marcha para provocar accidentes y así poder ser atendidos en el Hospital", donde estas personas, en su gran mayoría de muy humilde condición, hallan refugio caliente y comida.

"Debemos tener mucho tacto con esta gente. La mayoría no son problemáticos y no tienen culpa, pero empieza a ser un quebradero de cabeza para todo el mundo, los vilagarcianos y los que vienen de fuera. Si esto no para tendremos que tomar medidas más duras que las que se han tomado hasta el momento", anuncia Ángel Benito Dorgambide.

Actividad en aumento

Cuatro son los grandes espacios de aparcamiento público en la ciudad y cuatro los que están vigilados por este personal. La parte delantera de Fexdega, la explanada TIR, el aparcamiento adyacente de O Ramal y la zona de la plaza de abastos cuentan con las bolsas más propicias para dejar el coche cuando se llega a Vilagarcía.

"Es una pena tenerlos y que haya este problema", lamenta el concejal, sabedor de que en la ciudad arousana el aparcamiento no es precisamente abundante tras las peatonalizaciones de los últimos años.

Pero además, los aparcacoches se van extendiendo a cada lugar que empieza a ser utilizado como zona de estacionamiento. "Hace poco abrimos algunos días la explanada de detrás del pabellón de Fexdega y varios 'gorrillas' ya se fueron para allí", relata Dorgambide, que espera que el lunes, con los ciudadanos afectados presentes, se pueda consensuar alguna medida que mitigue este problema.