La corporación de O Grove, reunida ayer en sesión ordinaria, adoptó una postura unánime de apoyo a la Confraría de Pescadores San Martiño, que una vez más reivindica ante la Xunta el adelanto de la campaña de pesca de la centolla.

El grovense, no cabe duda, es el puerto más importante de Galicia para este recurso, y por tanto la flota de enmalle asociada al cabildo que preside Francisco Iglesias tiene mucho que decir sobre la regulación de esta actividad. Pero la Consellería do Mar ha vuelto a desatender sus peticiones, de ahí que buscara el apoyo de la corporación.

Y el sector lo ha encontrado, pues el pleno arropó una moción conjunta, de todos los grupos con representación, para solicitar una reunión urgente al secretario xeral de Mar, Juan Carlos Maneiro, con el fin de reconducir la situación, haciendo constar la posición unánime de O Grove en pro de un adelanto de la temporada.

El texto dispositivo incluye el apoyo explícito de la corporación al sector de enmalle, a la apertura de la veda el 3 de noviembre y al establecimiento de topes de 40 kilos diarios.

Hay que recordar que esta es una polémica que se mantiene desde hace décadas, salvo en algún ejercicio puntual. Tradicionalmente O Grove pide que la temporada de pesca comience cuanto antes.

El deseo de casi todos sería comenzar en octubre, incluso aprovechando el tirón de la Festa do Marisco para extraer y comercializar este preciado crustáceo. Pero dado que no es posible, la cofradía insiste año tras año en pedir que, al menos, pueda extraerse la centolla desde el primer día hábil de noviembre.

La propuesta

En esta ocasión la cofradía grovense propuso que la campaña comenzara el 3 de noviembre y que se fijaran topes de captura de 40 kilos de producto por embarcación y día de faena, junto a 40 kilos más por cada tripulante enrolado a bordo.

Esta propuesta incluso fue canalizada a través de la Federación Provincial de Confrarías, pero la Consellería hizo caso omiso.

Finalmente Mar decidió abrir la veda el 17 de noviembre, con topes de captura de 35 kilos, y esto, indican en O Grove, "es un pasos atrás que perjudica al sector y a todo el pueblo".

No fue el único asunto tratado en pleno en relación con el mundo del mar, pues siguiendo los pasos de Vilanova, y esta vez a propuesta del alcalde Miguel Pérez y del concejal Alfredo Bea, se planteó una posición de apoyo a las reivindicaciones de los marineros afectados por el proceso de regularización de embarcaciones.

El pleno, por otra parte, trataba la anunciada suspensión facultativa de las licencias urbanísticas. Es decir se anulan los permisos de obra mayor para evitar interferencias en la redacción del PXOM.