La licitación de los servicios de temporada en las playas de O Grove suele despertar gran expectación y un indudable interés por parte de los empresarios ligados al sector, dada la importante rentabilidad que pueden obtener en los chiringuitos o con la explotación de hidropedales y hamacas. Pero este verano puede hablarse de un atractivo todavía mayor que puede resultar muy atractivo para los interesados en explotar tales servicios y muy ventajoso para las arcas municipales, donde esperan unos ingresos mayores de lo inicialmente previsto.

Los empresarios consultados destacan que el pliego de condiciones elaborado por el Concello, y con ello las nuevas normas para explotar estos servicios, hacen que el concurso público les resulte "más interesante que nunca".

Los hay dispuestos a "tirar la casa por la ventana" y a presentar ofertas mucho más cuantiosas que en años anteriores. Al igual que aparecen en escena empresarios interesados en explotar los chiringuitos que se comprometen a introducir en sus ofertas importantes mejoras desde el punto de vista de la calidad y la prestación del mejor servicio posible.

El hecho de que vayan a adjudicarse estos quioscos de playa no solo para este verano, sino por un periodo de cuatro años, es la clave esencial de este inusitado interés empresarial y el motivo principal que justifica un aumento de las ofertas económicas a presentar.

Tal y como había indicado el concejal Alfredo Bea García cuando, en representación del gobierno tripartito, anunció este nuevo tipo de concurso, los empresarios valoran que "al disponer de un margen de cuatro veranos para recuperar la inversión realizada y obtener ganancias va a ser fundamental para que presentemos mejores ofertas".

Los que así se pronuncian indican que "si el concurso fuera como siempre, por un solo verano, ofertaríamos cantidades mucho menores, ajustándolas al precio mínimo de licitación, sobre todo cuando ahora se anuncia un verano de lluvias y mal tiempo".

En este sentido, destacan que "no vale la pena invertir cuando te arriesgas a no ganar ni un euro si vienen un par de meses de verano malos".

Por el contrario, "todo cambia, y mucho, si tenemos la opción de explotar el chiringuito o chiringuitos durante cuatro veranos, ya que en este caso podemos arriesgarnos mucho más, pues confiamos en que al menos podamos salvar alguno de los veranos para obtener ingresos".

Lógicamente las cantidades a pagar no se conocen todavía y los empresarios participantes en el concurso prefieren mantener en secreto sus ofertas. Pero todo indica que en el momento en que se abran las plicas puede haber sorpresas, y el precio mínimo de 13.000 euros que se fija por un quiosco en A Lanzada, por ejemplo, puede quedarse finalmente en un cantidad ridícula si se compara con lo que algunos están dispuestos a ofrecer.

Hay que recordar que en A Lanzada salen a concurso cinco quioscos, con un precio mínimo de licitación de 13.000 euros por cada uno de ellos -y para cada verano-, al igual que 350 tumbonas, con un precio de 18.550 euros anuales, y dos puestos para sendas escuelas deportivas.

En O Carreiro se licita un chiringuito, por valor de 2.750 euros -como precio mínimo anual-, en la playa de As Pipas sale a concurso otro quiosco, en las mismas condiciones, y en Area Grande se hace lo propio con seis tumbonas -precio de licitación de 318 euros- y cuatro hidropedales, por un mínimo de 720 euros.

A esto se suman el quiosco de Paxareiros-Raeiros, por 10.000 euros -como mínimo-, 10 tumbonas -530 euros- y cuatro hidropedales, también para ese arenal -por 720 euros-, el quiosco de Area de Reboredo -por 2.750 euros- y un puesto para escuela de deportes náuticos en Mexilloeira, con un precio de licitación de 600 euros.