Vilagarcía tiene una playa con bandera azul y otras "de bandera", se justificó ayer el alcalde Tomás Fole al explicar que los arenales de la capital arousana van a ofrecer todas las garantías a los bañistas que las frecuenten en la próxima temporada estival.

El Ayuntamiento solicitó la enseña para las playas de O Preguntoiro (Vilaxoán) y Campanario (Bamio) pero la Adeac determinó que la única que reunía las condiciones era la segunda, que se estrena este año como tal.

La de O Preguntoiro perdió la consideración por los resultados de una analítica en sus aguas, por lo que no pudo ser calificada de excelente. Ello quiere decir que no podrá recuperar este distintivo hasta 2015, siempre que los futuros estudios del agua sean positivos al cien por cien.

"El organismo que concede estas banderas es más exigente cada año y habrá ayuntamientos en el futuro que renuncien a la distinción porque además de fijarse en la calidad del agua también es preciso invertir en socorristas, crear infraestructuras de accesibilidad, contar con baños y otros servicios", explica.

"Muchos ayuntamientos que hasta ahora tenían banderas azules en todas o en muchas de sus playas tendrán que replanteárselo aunque solo sea por el coste que suponen las nóminas de los socorristas". "Hasta ahora contaban con una subvención de la Xunta de Galicia pero si llegan los recortes tendrán que asumir ellos el gasto", explica.

Esta parece ser la situación de que ayuntamientos como el de Riveira hayan renunciado ya a pedir más banderas de las que realmente pueden atender. En concreto, en esta edición se ha quedado con solo dos playas frente a las seis que tuvo el pasado verano.

De ahí que Fole se muestre bastante satisfecho con una bandera, además en una zona costera con unas características muy especiales.

"En la calidad del agua influye el estado del fondo de la ría, la presencia de actividades productivas en el entorno o la resaca del mar", explica. Pero eso, que es un problema para la concesión de la bandera azul, sin olvidar los vertidos, es una "ventaja" para otras actividades turísticas en Vilagarcía, "como las regatas", explica el alcalde.

En consecuencia, la playa de Campanario será la que este año cuente con todos los servicios recomendados por la Unión Europea, si bien los demás arenales también dispondrán con los suficientes para atender a los bañistas que acudan a ellos.

Fole recalca que las obligaciones que reporta la bandera azul son enormes pues además de los socorristas asignados, precisa de otros medios de seguridad, caseta, lancha neumática y otros numerosos servicios que requieren de una elevada inversión.

También se refirió ayer el alcalde a la necesidad de mejorar las infraestructuras hoteleras en el municipio para poder ofrecer plazas en acontecimientos importantes como el próximo paso de la Vuelta a España de ciclismo.

"En Vilagarcía tenemos instalaciones como el Auditorio, el salón García o el pabellón ferial que pueden acoger grandes congresos pero no podemos ofrecer alojamiento a quienes participan", se lamentó en el sentido de que perjudica a la hostelería y al comercio.