La rotonda de la carretera PO-550 en el lugar de A Chanca, a su paso por Dena (Concello de Meaño) toma forma por fin, casi un año después de haberse iniciado las obras.

El tráfico ya se regula en la zona con unas balizas provisionales que dan forma a una glorieta que debe ser ahora circunvalada.

La construcción de esta rotonda era considerada esencial para la seguridad del tráfico en la parte baja de Dena, por cuanto los vehículos solían circular en el tramo a velocidad inadecuada, sobre todo aquellos que entraban en el núcleo urbano procedentes de Vilalonga (Sanxenxo) enfilando la recta de bajada de Xunca Blanca y Altamira.

La rotonda obligará a reducir esa velocidad, amén de regular el tráfico en el conflictivo cruce de dos viales secundarios que desembocan en ese punto a la PO-550, uno proveniente de Altamira-Viliquín y otro desde la zona de Os Pasales.

Desde julio de 2012

Las obras se iniciaron en julio de 2012, se paralizaron en noviembre y luego se retomaron de forma testimonial, para volver a detenerse en repetidas ocasiones. Los vecinos de Dena se habían quejado reiteradamente, argumentando además la pésima señalización e iluminación del tramo en obras.

Pero ahora parece que por fin éstas afrontan el tramo final y que quedarán listas en cuestión de días.

Cruce sin resolver

La mejora de la PO-550 a su paso por Dena responde a un proyecto de la Xunta, titular del vial, para incrementar la seguridad en el tramo que discurre entre los puntos kilométricos 8,7 y 9,8, atravesando las calles Ponte-Dena y Galicia, y llegando hasta la entrada a la calle dos Colexios. En total 1,1 kilómetros donde se está actuando en base a una inversión de 694.732 euros.

Son dos mejoras las que destacan en la zona, una, la citada rotonda de A Chanca, y la otra, la construcción de un pequeño carril de acceso adicional a la PO-550 para aquellos vehículos que entran en ella procedentes de Os Pasales y Seixiños, a la altura del puente de A Chanca, intersección ésta que también se resuelve con una pequeña isleta a modo de media luna.

Eso sí, donde al final no ha actuado el proyecto es en el otro punto conflictivo del tramo, el cruce de semáforos del centro de Dena, una zona estrecha donde los giros de acceso a la carretera que sube hacia Meaño y otra que se adentra en Seixiños entorpecen la circulación en la PO-550.

Problema sin resolver

Si esa maniobra la realizan autobuses o camiones de gran tamaño la dificultad es máxima. En principio se había previsto ensanchar la PO-550 en ese tramo a costa de expropiar unos terrenos colindantes que permitieran habilitar isletas de espera en la carretera en ese punto, pero al final la propuesta, que requería de un expediente de expropiación a un vecino afectado, no llegó a cristalizar y una vez más se deja sin resolver el conflictivo cruce.