Y el Festival do Norte (FDN) ya es historia, pero volverá. Ayer se clausuró una nueva edición, y tras lo dicho en días previos puede añadirse ahora que Dover mostró en Vilagarcía su faceta más aclamada, la de rockeros de los noventa que los llevó a la fama absoluta, dejando totalmente de lado sus últimos trabajos. Cristina y Amparo Llanos dieron al público lo que realmente quería, lo que ha hecho que la formación madrileña sea una de las más aclamadas del rock español: guitarras furiosas, una potente batería y la aguda voz de Cristina quebrando el aire a cada grito.

Todo iba bien hasta que apareció en escena uno de sus himnos, "Serenade", que catapultó a la multitud hacia el escenario para vibrar a tope con la única concesión del concierto a la reflexión. Decenas de botellas de plástico gigantes se alzaron al unísono mientras cientos de desconocidos acompañaban a Cristina con el estribillo.

Esta fusión solo fueron capaces de conseguirla cerca del final de su actuación, cuando emergió el tema estrella de los 20 años de carrera del grupo, "Devil came to me". Ahí Vilagarcía alcanzó el éxtasis. Algunos fans etilizados fueron sustituidos por sus amigos por las botellas gigantes, levantándolos a hombros para gritar el mítico "I lied for you".

Cristina no es una muñeca de porcelana tan al estilo "indie" y en el FDN mostró su furia con las letras más "grunge" de la banda y constantes gestos de chica mala de cara al público. Justo lo contrario que su hermana Amparo, siempre sonriente a la guitarra agradeciendo a los fans el apoyo recibido.

A Dover le siguió Toy, que de juguete tiene poco. Esta banda británica es una de las revelaciones de las últimas fechas. Cinco componentes. Dos guitarras y un bajo muy activos durante todo el concierto, con sonidos tremendamente enérgicos, una batería vigorosa y, la nota de color, la española Alejandra Díez al teclado, poniendo un fondo polifónico muy refrescante.

Los Toy tienen momentos brillantes con sus cuerdas, especialmente cuando dejan de tocar al unísono, y la fría voz del cantante Tom Dougall (también a la guitarra) apenas es un "leit motiv" ocasional para seguir dando rienda suelta a su sonido instrumental eufórico y de aires sicodélicos. Esta banda, que solo tiene un disco en el mercado, recuerda más, incluso formalmente, a grupos de hace 35 años que a sus actuales congéneres británicos.

El último plato del escenario Estrella Galicia fueron los vascos "We Are Standard", otro de los grandes alicientes de este festival, que tienen dos puntos coincidentes con la banda que les precedió: cantan en inglés y suenan a alucinógeno instrumental.

En resumen, que la despedida del FDN 2013 ha dejado un buen sabor de boca, y aunque en principio parezca una actividad destinada a unos pocos, también resulta, no cabe duda, una forma de promocionar a la ciudad lejos de sus fronteras.