Empezó hace tres años como una actividad alternativa y asequible para ofrecer a los niños de las ludotecas que imparte. Y acabó convirtiéndose en una afición y también en parte de su trabajo. La vilagarciana Silvia García da una segunda vida a los desechos que se tiran a la basura. Utiliza todo tipo de material reciclado, como chapas de latas, botellas de plástico, papeles, cómics, tapones, etcétera para elaborar bolsos, carteras, cinturones, sandalias, fundas de ordenadores portátiles, ?

Un sinfín de complementos muy originales, pues no se venden en los comercios convencionales.

Aunque el material es gratuito, "convertir basura en arte" -dice la propia artesana- requiere mucha dedicación y tiempo. Por ejemplo, un bolso de los de menor tamaño precisa al menos unas seis horas de trabajo. Silvia García cree que la sociedad no está suficientemente concienciada con el partido que se le puede sacar al reciclaje, y mucho menos con pagar por artículos a base de esta técnica.

"El trabajo no se valora. Lo primero que me suelen decir es que es basura", apunta la vilagarciana. Para intentar frenar posibles prejuicios, habitualmente ya acude a los talleres que imparte con algún complemento que ha elaborado a base de materiales reciclados.

Silvia García trabaja en la empresa Aula 7 Formación, desde donde ofrece ludotecas en distintos centros, y también da cursos de reciclaje, trabajando con jabones, velas, alfombras de trapillo o incluso cápsulas de Nespresso.

Sus originales manualidades van dirigidas tanto a niños -en las ludotecas- como a adultos, en función de cada curso. "El primer año de la ludoteca hicimos juguetes con basura. Con hueveras hicimos barcos y con botellas, helicópteros. También elaboramos bancos tapizados con forma de animales", dice. "A los niños les hace mucha ilusión porque se llevan lo que hacen para casa. A veces se sorprenden.