Los exteriores de la casa de cultura de Padrenda congregaron a mediodía de ayer a un centenar de vecinos para rendir homenaje a Eugenio Romualdo Padín García, más conocido en su tiempo como el "cego de Padrenda", el día en que precisamente se cumplía el 74 aniversario de la muerte de este icono de la música popular.

El acto, promovido por concello y Diputación de Pontevedra, conllevó el descubrimiento de un relieve del ciego y su lazarillo adosado a la fachada de la casa de cultura, obra ésta creada por el escultor Lucas Míguez, y en la que aparece el ciego Padín tocando su zanfoña acompañado por uno de sus nietos con la pandereta, relieve éste concebido a partir de una imagen legada por el fotógrafo Franciso Zagala en 1885.

El acto contó con la presencia del presidente de la Diputación Rafael Louzán, el delegado territorial Cores Tourís y la alcaldesa Lourdes Ucha acompañada de la corporación meañesa. También estuvieron numerosos miembros de la familia, hoy descendientes del ciego Padín, entre ellos su nieta Mercedes además de un tataranieto que se encargó de poner la nota musical al momento interpretando al órgano el himno gallego a la hora de descubrir el relieve y el "Negra Sombra" del poema de Rosalía.

Lourdes Ucha abrió el acto haciendo una breve semblanza de este personaje que forma parte ya, ahora de forma consciente, del patrimonio cultural de Meaño.

A continuación se procedió a la presentación de un libro -que se distribuyó entre los presentes- editado por la Diputación a partir de un trabajo de investigación sobre el personaje realizado por el joven meañés Manuel Paz Castro, quien aludió en sus palabras al ejemplo del ciego: "Su figura -dijo- debe ser destacada no solo en el plano musical, sino también en el vitalista, por cuanto él supo tirar para adelante y ganarse la vida pese a la adversidad de su ceguera".

Por su parte, el presidente provincial Rafael Louzán cerró el acto desvelando que la iniciativa de aquel reconocimiento "surgió hace tiempo del cura párroco Ramón Fernández", y destacó el empeño que puso durante años el fallecido alcalde Jorge Domínguez Rosal por homenajear a un Eugenio Padín "que debe ser para nosotros un ejemplo a imitar para superar las adversidades de los tiempos que corren".

El llamado "Cego de Padrenda" fue un vecino de Meaño, nacido a mitad del siglo XIX que recorrió todas las romerías populares con su zanfoña, y cantando sus propias coplas.

Louzán explicó que el acto de reconocimiento de ayer tiene el propósito de reconocer la importante y entrañable figura de Eugenio Padín a la vez que a todos los juglares populares que, como él, "difundieron por Galicia adelante noticias, relatos, historias y aconteceres que, con un estilo literarios, musical y poético concitaron la atención de las gentes en villas, ferias, fiestas y aldeas".

En el caso de Padín resalta que ha dejado en su pueblo "una profunda huella con su obra en la cabeza y el corazón de sus paisanos".

Agregó que "O cego de Padrenda" fue uno de esos bardos "cuyos cancioneros, sus coplas y cantigas figuran ya, por derecho propio, en la memoria colectiva de Meaño, de O Salnés y de Galicia entera".

A la vez, entre el público se distribuyó un libro de Manuel Paz Castro que glosa la vida del juglar meañés y que ha sido editado también por la Diputación de Pontevedra. La obra, además de los orígenes del homenajeado ilustra su vida de juglar, su amistad con el marqués de Riestra o su copla más reconocida: "Xan pirulé".