La Mancomunidade do Salnés se ha hecho con un segundo camión bacheador para que los ayuntamientos puedan contar con este servicio una semana de cada tres en vez de una cada siete, como estaba ocurriendo hasta ahora. El presidente comarcal, y alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, apunta que "aunque se trata de un servicio en el que la gente no acostumbra a fijarse es muy importante para los concellos", puesto que les permite mantener a punto las carreteras municipales con un considerable ahorro económico.
Tanto es así, añade Durán, que el anterior camión bacheador "no daba abasto", y que incluso había veces en que un municipio tenía que pedirle prestado el camión a otro uno o dos días porque tenía que hacer una obra urgente. Además, el presidente de la Mancomunidade plantea que el servicio es ahora especialmente necesario por dos factores: por una parte porque los últimos meses han sido tan lluviosos que muchas pistas y carreteras locales están en mal estado; y en segundo lugar, porque con la crisis se han reducido mucho las subvenciones que las administraciones locales recibían para asfaltados.
Es de segunda mano
Gonzalo Durán ha logrado implicar en la gestión a la Diputación, que contaba en su parque de maquinaria con un camión bacheador al que se le estaba dando poco uso, y que lo acondicionó y pintó para cedérselo a los concellos de O Salnés. Así, a la Mancomunidade le sale gratis un vehículo cuyo precio de mercado ronda los 200.000 euros. Para completar el servicio, la Mancomunidade compró una apisonadora de dos toneladas y media de segunda mano, que costó unos 6.000 euros, y contrató a un chófer.
El nuevo camión fue presentado ayer al mediodía en la depuradora de agua potable de la Mancomunidade, situada en Tremoedo, y empieza a funcionar el lunes en las carreteras de Vilanova. Asimismo, Durán avanzó que posiblemente se mancomune otro servicio de conservación de viales, pues Meaño, Ribadumia y Vilanova están dispuestos a comprar una motoniveladora de segunda mano -nueva vale unos 120.000 euros, pero de ocasión puede conseguirse por unos 20.000-, que mejoraría mucho la limpieza de la maleza en las pistas forestales y de las cunetas. "No deja restos, como cuando desbrozas, con lo que el resultado es mucho mejor", dice Durán. Por ello, el presidente comarcal apunta en relación con la intención del Gobierno de suprimir las mancomunidades que "algunas sí tenemos utilidad, y permitimos que los ayuntamientos ahorren dinero. Sería inviable que un municipio como los nuestros tuviese por sí solo un camión bacheador o una niveladora".
No daba abasto
La Mancomunidade presta el servicio de bacheo desde hace unos 20 años, y los ayuntamientos se hicieron con el camión para conservar las vías municipales, pues de ese modo ahorraban mucho dinero. "Si un concello como el de Vilanova, con unos 90 kilómetros de vías locales, quisiese contratar con una empresa externa el mantenimiento de los viales podría salirle en cerca de 100.000 euros. Pero al tener mancomunado el servicio le saldrá en unos 8.000 (con los dos camiones) más el material y el gasoil", alega Durán.
Lo que se hacía hasta ahora era que el bacheador estaba una semana en cada ayuntamiento. La Mancomunidade ponía el vehículo, el chófer y la apisonadora, y cada concello se encargaba de aportar los materiales y el resto de vehículos y personal necesario para hacer el trabajo.
El servicio funcionaba en siete localidades -todas las de O Salnés menos A Illa y Ribadumia, que no están por decisión propia-, y esto implicaba que el camión solo podía visitar cada pueblo una vez cada dos meses. A partir de ahora se hacen dos grupos: uno con los ayuntamientos del norte -Vilagarcía, Vilanova y Cambados-, que tendrán el camión recién adquirido; y otro con los del sur -O Grove, Meaño, Meis y Sanxenxo-, con lo que se podrán realizar labores de mantenimiento prácticamente cada tres semanas.
Eso sí, el servicio es para los viales municipales, siendo el Estado, la Xunta o la Diputación quienes se ocupen del mantenimiento de los demás, según su titularidad, aunque la Mancomunidade sí actuaría en carreteras que no sean de su titularidad en casos de emergencia o gravedad.
