Costas del Estado actúa en A Lanzada. Lo hace para reparar los senderos peatonales de madera destrozados por los temporales invernales o cubiertos por la arena del cordón dunar, que sigue su avance gracias a la importante regeneración natural que experimenta. Pero también se afronta un estudio para determinar qué tipo de residuos y en qué cantidad llegan a la orilla, motivo por el cual se ha decidido dejar este arenal sin limpieza durante una semana.

Durante el invierno, como ya se explicó en varias ocasiones, la arena se comió importantes tramos de la red de senderos peatonales que serpentean a través del istmo grovense de A Lanzada. Y esta es, sin duda, una muy buena noticia, ya que significa que el proceso de regeneración natural del cordón dunar sigue su curso.

Sin embargo, también es preciso mantener zonas por las que acceder a la playa, de ahí que Costas del Estado busque la compatibilización entre preservación del ecosistema y desarrollo sostenible. O lo que es lo mismo, trata de encontrar la forma de dejar que la naturaleza se abra camino al tiempo que se favorece el uso y disfrute por parte de los usuarios.

Eso es lo que se hace en la actualidad por medio de la empresa pública Tragsa. Se procede a reparar los accesos que conducen a la playa de A Lanzada, especialmente allí donde las corrientes y el viento erosionaron el firme y dejaron dichos paseos sin sujeción.

Al mismo tiempo se actúa en los senderos que están cubiertos de áridos. Donde la cantidad de arena acumulada no es mucha se procede a retirarla, sin más. Pero los dos trozos de paseo que están completamente cubiertos desaparecen para siempre. Se sitúan en el entorno del aparcamiento central de A Lanzada, donde fue tal el avance de la duna que el sendero ha quedado sepultado.

En esos dos casos se ha optado por mantener intacta la duna porque es, sin duda, uno de los ejemplos más claros de la mejoría experimentada en este espacio natural desde 1995, cuando entre otras medidas correctoras se eliminó la carretera que pasaba prácticamente pegada a la orilla.

A cambio de eliminar esas dos pasarelas Tragsa acondiciona otra, aunque en este caso se traza por una zona que se considera de menor influencia sobre el sistema dunar.

En cuanto a la decisión de dejar sin limpiar A Lanzada durante una semana, técnicos del departamento estatal explicaron ayer a los responsables medioambientales del Concello de O Grove que se trata de elaborar un estudio de ámbito nacional con el que concretar el grado de afección de los residuos acumulados en los diferentes mares y su incidencia sobre espacios naturales o zonas de baño tan importantes como esta emblemática playa grovense.

Para efectuar este estudio se pidió la colaboración del Concello de O Grove, que ya la ha comprometido y ha decidido contactar con la Diputación de Pontevedra para pedir que A Lanzada no se limpie entre hoy y el jueves que viene.

En el Concello hacen un llamamiento a la paciencia, la comprensión y la colaboración de los ciudadanos, "pues si durante esta semana ven que una playa tan importante como A Lanzada está sin limpiar tienen que comprenderlo y saber que no se trata de abandono o dejadez, sino de una buena causa, ya que queremos colaborar con Costas para que puedan realizar el estudio sobre la incidencia de los residuos en el litoral".

Así lo explican desde la concejalía grovense de Medio Ambiente, la misma que hace meses desplegó una campaña voluntaria y solidaria de limpieza de este entorno natural y turístico privilegiado.

En aquella ocasión se retiraron grandes cantidades de basura tanto en la playa como en el cordón dunar, y se constató una vez más que la inmensa mayoría de esos residuos son fruto de la actividad humana.

Restos de aparejos, botellas de cristal, plásticos de todo tipo, trozos de poliéster, latas e incluso cajas, bidones y tubos fluorescentes fueron solo algunos de los residuos encontrados en A Lanzada con una simple salida matinal a la playa para desplegar un gesto simbólico que ayudara a concienciar a la población.

Evidentemente, hay ingentes cantidades de residuos en las profundidades de las rías y del océano, y es una muy pequeña parte de esos escombros la que sale al exterior cuando el mar se agita y las corrientes otoñales e invernales son intensas.

Lo que se busca ahora, aprovechando la importancia turística de A Lanzada y su condición de arenal oceánico, es hacer recuento de la cantidad de residuos que pueden llegar a la orilla. Y en la concejalía de Medio Ambiente aprovechan la ocasión para pedir de nuevo la colaboración y concienciación ciudadana, alegando que "el respeto al entorno debe estar siempre presente en nuestras mentes".

La arena se abre camino - El que se observa en esta foto es uno de los tramos que se eliminan. Resulta evidente que la duna avanza sobre la pasarela, de ahí que se optara por dejarla seguir y cambiar el trazado.

Uno de los dos desaparece - Estos accesos de madera conducen desde el aparcamiento central a la playa de A Lanzada. El de la izquierda desaparece para siempre, favoreciendo así la regeneración dunar.

Un nuevo acceso - Este es el nuevo acceso desde el aparcamiento central de A Lanzada (antiguo aeródromo) hacia el sendero de madera principal que discurre por el istmo paralelo a la línea de playa.

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