Los vínculos entre el pequeño puerto pesquero de Vilaxoán y el puerto alemán de Kiel surgieron en las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado, cuando un considerable número de vecinos del primero de estos lugares hicieron sus maletas y emigraron en busca de un futuro que aquí se les negaba. La mayor parte de ellos acabarían trabajando durante décadas en los astilleros, un sector en el que la ciudad alemana es una de las grandes potencias europeas. "De los vecinos de Vilaxoán que emigraron para Alemania en aquella época, el 90% se asentaron en Kiel", explica Fernando Álvarez.

Aquel flujo, que pareció interrumpirse durante varias décadas ha vuelto a reanudarse. La crisis económica y las escasas perspectivas económicas que tienen muchos jóvenes de la zona, formados en la universidad, ha provocado que escojan Alemania como punto de destino para conseguir una salida laboral.

En este caso Kiel es un destino preferente, sobre todo si el objetivo es finalizar la formación universitaria para acceder al mercado laboral, al contar la ciudad con una prestigiosa universidad.

"Conozco varios casos de jóvenes que han emigrado ya para Alemania ante la falta de oportunidades aquí", explica Álvarez, antes de apuntar que en Kiel las Rías Baixas comienzan a conocerse por el turismo. "Ahora es muy habitual encontrarse en verano con alemanes en la playa de Canelas", indica.