La asociación de vecinos de Carril, a través de su presidente, Miguel Ángel Rodríguez, demanda al Concllo de Vilagarcía que no introduzca variaciones en el plan que este colectivo acordó en su día con la Xunta de Galicia para la reforma de la seguridad vial en la avenida de Rosalía de Castro. Salen así al paso del reciente anuncio del alcalde, Tomás Fole, que indicaba que Ravella colocaría un nuevo semáforo bien en las inmediaciones del instituto de Carril, bien en la intersección con Extramuros.

Para la asociación presidida por Miguel Ángel Rodríguez, el anteproyecto respaldado por la administración autonómica, que dicen que es la titular de la carretera, era el que más se ajustaba a las necesidades de los vecinos de la localidad.

"Esta asociación nació hace tres años después de un accidente de tráfico en la intersección de Rosalía con A Xalda. Este es el punto negro", esgrime el vecino, que reivindica del mismo modo que "los viales secundarios deberán supeditarse a los cambios en el principal, que es Resalía de Castro", en alusión al redireccionamiento del tráfico efectuado por el gobierno municipal hace poco más de un año, que afectó a las calles de A Xalda y Extramuros.

En A Xalda también solicita este colectivo que "se delimite el vado de la taberna do Carril y se mejore el tránsito de peatones por el vial, porque la acera acaba abruptamente en un muro".

El otro lugar en el que la asociación de vecinos de Carril pide que se coloque un semáforo es en A Rosa. "El Concello anunció que iba a poner un radar, pero el sistema puede recaudar, pero no salvar vidas. Hace falta un semáforo que evite que los coches vengan a gran velocidad en la recta de A Rosa", un lugar, recordó Miguel Ángel Rodríguez, en donde se han producido accidentes en los últimos años.

Para este carrilexo la existencia de un semáforo en el centro urbano, pero en el cruce de A Xalda, "no es un capricho", sino que, además de tener la venia de la administración autonómica, es un punto en el que confluyen coches de varias calles y un lugar por el que "transitan más de 10.000 coches al día y muchos vecinos del pueblo".

El lugar alternativo, uno de ellos barajado por el Concello, el cruce de Extramuros, frente a la iglesia parroquial, no es del agrado de los vecinos porque consideran que crearía cierto caos en ese punto que, además, está cerca de la rotonda de acceso al puerto. En este lugar se ubicaban hasta la creación de la glorieta los dos semáforos del centro urbano de Carril (frente al Malveiras y frente a Waldina), desaparecidos desde finales de los 90.

El semáforo del instituto lo rechazan porque "en el Veinticinco hay uno y está apenas a 50 metros. Los autobuses pueden meterse en la calle del instituto y así no obstruyen el tráfico".

El plan acordado con la Xunta "supondría poco coste, porque en Rosalía hay semáforos que apenas dan servicio y que podrían ser trasladados a Carril", dice. Esto mismo expondrá a Fole en la reunión que tendrán mañana en Ravella.