Un matrimonio de Cabanelas (Ribadumia) y un joven de unos 20 años ingresaron ayer por la mañana de ayer en el Hospital de O Salnés a consecuencias de las graves heridas que sufrieron en una colisión entre un ciclomotor scooter y una bicicleta.

El choque se produjo en el cruce de Burgáns, a la altura de Vilariño, poco antes de las once de la mañana. En el lugar se concentró un enorme grupo de personas que trataron de socorrer a los heridos, que quedaron tirados en el suelo y sangrando de forma abundante.

Al lugar acudió una ambulancia del 061 que trasladó a la mujer y al ciclista, así como otra de Protección Civil de Cambados en la que se llevó al ciclomotorista, José A.R. de 65 años.

Los peor parados en el siniestro fueron los usuarios del ciclomotor, quienes además de sufrir varias heridas y hematomas, pueden tener fracturas en algún miembro o el tórax. "No se podían mover y se quejaban lastimeramente", afirmaba ayer uno de los testigos presenciales.

En Protección Civil señalan que la situación podría haber sido más grave para José A.R. si no llevase el casco de protección "porque tenía importantes heridas en la cara", explican.

El joven ciclista sufrió heridas importantes pero en principio de menor consideración, que le afectó a una de las piernas.

Aunque todavía no se emitió un parte oficial del siniestro, algunos testigos indicaron que éste se produjo al incorporarse el ciclista a la carretera general sin percatarse de la proximidad del ciclomotor.

Los tres heridos permanecieron durante algún tiempo en el suelo a la espera de ser trasladados a un centro sanitario lo que provocó que en el lugar se concentrase un enorme grupo de vecinos.

También acudió al punto del siniestro una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico que elaborará el atestado correspondiente.