Ataviado con una bata blanca como si de un médico se tratase, Celso García lleva toda la mañana en la Rúa Castelao de Vilagarcía intentando hacer llegar su mensaje solidario a los vecinos que pasan por allí. A cada una de las personas que le presta atención le entrega un folleto que explica lo valioso que es hacerse donante y lo poco que cuesta, además de los sencillos pasos que hay que dar para adherirse a esta fraternal causa.

Pero no lo tiene fácil. "Me gustaría que hubiera una delegación de la asociación aquí, en O Salnés. Tenemos poca gente que nos ayude y la mayoría somos de Vigo, Redondela y Pontevedra. Cada vez que vengo aquí tengo que pagarlo de mi bolsillo", se lamenta el presidente Adrovi, la única asociación de la provincia que trabaja informando sobre la donación y transplante de órganos.

Ahora la prioridad es la médula ósea, uno de los órganos más demandados. pero hay más. "La demanda de órganos no desciende pese a que ahora hay menos accidentes de tráfico. Se necesitan pulmones, riñones, partes del hígado, médula. Todos estos tejidos o se regeneran o podemos vivir una vida plena con uno solo". Celso García asegura "haber rejuvenecido" después de recibir hace 16 años un transplante de hígado. "Un transplantado puede sentirse después de la operación incluso mejor que antes de estar enfermo".

La franja de edad con mayor necesidad de transplantes es la de los jóvenes, ya que, indica este experto, cada vez hay más personas mayores que hacen donaciones en vivo. Pero un riñón de una persona de 70 años no sirve para una de 20".

En O Salnés, como en el resto de Galicia, sigue existiendo una alta cantidad de rechazos familiares a la hora de donar. "En el rural todavía pervive un culto al cuerpo que hace que la gente niegue los órganos de su familiar fallecido. En nuestra comunidad son un 20%". Y es que, aunque mucha gente no lo sepa, una vez muerta, toda persona es donante salvo que se exprese, previa o posteriormente que no quiere serlo.

Como casi siempre en estos casos, Celso García aclara que "las mujeres donan en un porcentaje mucho mayor. Por cada 20 hombres pueden ser 50 o 60 mujeres las que vienen".

Esto también sucede en Vilagarcía en el caso de la sangre. Mientras una chica que acaba de cumplir la mayoría de edad espera el turno para participar en la campaña, su novio la espera abajo atemorizado. "Me dan miedo las agujas", reconoce el joven.

Durante todo el día de hoy (con un parón al mediodía), la unidad móvil permanecerá en la Rúa Castelao. Ayer, en su primer día de actividad en la ciudad arousana, la afluencia de gente fue muy notable desde primera hora, algo que los expertos agradecieron a quien por allí pasó.