José Luis Mosteiro se sintió el pasado miércoles como Steve McQueen en Bullit. "Venía de A Estrada y antes de llegar al restaurante María Luisa me paró la Guardia Civil y lo primero que pensé es que me habían cazado con un radar", explica este vecino de la parroquia silledense de Cira cuyo Ford Fiesta fue utilizado en la persecución y posterior interceptación de la pareja fugada de O Salnés. "Se subió un agente que conozco de Silleda y me dijo que si podíamos alcanzar a un coche que iba por delante y que adelantara por donde pudiera", continúa Mosteiro que recuerda la anécdota como algo único.

El vecino de Cira condujo a gran velocidad en compañía del agente sobre una distancia algo superior a un kilómetro hasta que "a la altura de Rellas el guardia civil me mandó parar junto al Toyota en el que iba la pareja mientras desenfundaba su pistola", recuerda el propietario del Ford Fiesta. Mosteiro asegura que no pasó miedo en el momento que vio como su compañero de viaje esgrimía su arma reglamentaria porque "él hombre que iba en el Toyota levantó pronto las manos al verse encañonado por el guardia civil". José Luis Mosteiro salió inmediatamente del lugar porque "allí ya no pintaba nada" y prosiguió su viaje a Silleda mientras las fuerzas del orden apresaban a los dos delincuentes.

Sin embargo, la odisea de Mosteiro no finalizó con el arresto puesto que el agente que le acompañó olvidó en el vehículo su teléfono móvil. El sistema de localización del aparato permitió a la Guardia Civil encontrarlo después de que nadie contestara a las llamadas. El capitán Antonio Sánchez felicitó personalmente a José Luis Mosteiro por su colaboración en el operativo.