La visita realizada ayer por el jefe territorial de Educación al colegio Torre-Illa, César Pérez Ares, dejó profundamente decepcionados a los integrantes del consello escolar, que califican de "chapuza" el proyecto planteado por la Xunta, consistente en crear dos nuevas aulas en el centro, una de ellas de manera inmediata, este mismo verano.

La concejala de Educación, la socialista Dolores Folgar, no duda en calificar de "ninguneo" el trato recibido por parte de la Consellería de Educación, pues desestima casi por completo el anteproyecto ideado por el Concello, que contemplaba una reforma mucho más ambiciosa y con un presupuesto cercano a los 345.000 euros, de los que la administración local se haría cargo en parte (130.000 euros).

Para César Pérez Ares "las nuevas aulas y espacios que planteaban no son necesarios", por lo que solicitó a la Xefatura Territorial de Educación e Cultura de Pontevedra la redacción de un informe sustitutivo.

Este recoge la construcción de dos nuevas aulas, según informa la Delegación Territorial de la Xunta. La obra constaría de varias fases, la primera de ellas podría ser adjudicada este mismo mes y comenzar a ejecutarse durante el verano, para que una de las aulas ya estuviese operativa para el próximo curso.

Folgar, en nombre del consello escolar, del que forman parte también profesores y padres de alumnos, considera que el esfuerzo de la Xunta es exiguo, tanto por las necesidades reales del creciente número de estudiantes del centro, como por los años que los arousanos llevan esperando por una solución a este problema.

La necesidad de espacio es tal, que el Concello ha tenido que ceder incluso la ludoteca municipal para adaptarla como aula de estudios.

Folgar dice que "el alcalde pidió una reunión con el conselleiro para tratar el tema, porque no estamos dispuestos a aceptar esta tomadura de pelo. Anunciaron a bombo y platillo la ampliación y se ha quedado en nada".