La empresa de transportes contratada por el ribadumiense B.A.C. para trasladar a Portugal parte de la maquinaria almacenada en Conservas Peña-Alfageme de Vilaxoán llevó tres máquinas a una importante fábrica conservera de Figueira da Foz, una ciudad costera situada a 300 kilómetros de Vilagarcía.

El transportista declaró el 1 de mayo en el cuartel de la Guardia Civil de Cambados y manifestó que no sabía nada de que los equipos pudiesen ser robados. Ayer, a preguntas de este periódico, declaró que en la fecha acordada para realizar el porte llegó de día a la nave de Peña, donde solo estaba B.A.C.

El transportista plantea que fue B.A.C quien cargó la maquinaria, y después salió hacia Portugal, donde dejó la mercancía en ese mismo día, que era el 1 de abril. "No actué con maldad ninguna. Actué como con cualquier otro viaje", dijo el camionero bajo la condición de mantener su anonimato.

Sostiene que ya le había hecho otros portes con anterioridad a B.A.C., por lo que no desconfió de este encargo. "Sabía que la maquinaria de Alfageme había salido a subasta, pero pensé que él (por el principal sospechoso) también había comprado algo. No desconfié que fuese robada", añade. Eso sí, confiesa que empezó a temerse lo peor cuando saltó a la luz pública la denuncia del robo en Peña, y ya se ha resignado a que tendrá que volver a declarar, ya sea ante la Guardia Civil o el juzgado.

Premeditación

La empresa Maquinaria Conservera Tomás Guillén y la Guardia Civil localizaron el martes por la tarde una parte de la maquinaria presuntamente robada, tras registrar dos naves alquiladas por B.A.C. en Caleiro (Vilanova) y el Puerto de Vilagarcía. Pero en Tomás Guillén están convencidos de que también hay máquinas suyas en la conservera de Figueira da Foz, y hasta allí viajó ayer por la tarde un representante de la firma murciana.

En Tomás Guillén creen que B.A.C. actuó con premeditación, pues alegan que contrató con el transportista el traslado de la maquinaria de Peña a Portugal entre el 24 y el 25 de marzo, unos días antes del presunto robo. Por ese motivo, el abogado que defiende los intereses de la empresa levantina tenía previsto solicitar en el juzgado de Vilagarcía que se cambie la calificación inicial de los hechos.

La Guardia Civil detuvo a B.A.C. el martes por la tarde, y pasó a disposición judicial el jueves por la mañana. Quedó en libertad provisional, con la única obligación de presentarse en el juzgado cuando sea requerido para ello. Se le imputa la comisión de un presunto hurto, ya que las máquinas se retiraron de Peña sin forzar ni cerraduras, ni puertas ni ventanas.

Pero la defensa de Tomás Guillén entiende que la calificación correcta debería ser la de robo, al considerar que existe premeditación y que debería tenerse en cuenta como agravante el elevado valor de lo sustraído, que Tomás Guillén cifró en medio millón de euros.

Para el letrado Manuel Pérez-Batallón pudo producirse un supuesto conocido como "uso de llaves falsas", que apunta a la utilización ilegítima de éstas para acceder a una propiedad. Una de las hipótesis que manejan los investigadores es la de que B.A.C. pagase a B.J., el vigilante de Tomás Guillén, para quedarse con las llaves de Peña.

Un millón de euros

Cuando el juzgado procedió a la liquidación del grupo Alfageme, la empresa Maquinaria Conservera Tomás Guillén, de Murcia, se hizo con los equipos y líneas de producción por un montante que rondó el millón de euros. A las pocas semanas trasladó a su sede de Levante parte del material, pero no todo. Y, según denunciaron ante la Policía Nacional, en Semana Santa le robaron los equipos que almacenaban en Conservas Peña de Vilaxoán, algunos de los cuales ya habían sido vendidos a otras empresas.

El suceso puso en cuestión la seguridad y el mantenimiento de las naves donde estuvieron las conserveras, y que ahora son propiedad de la Xunta de Galicia, por lo que el sindicato CIG pidió a la administración que pusiese vigilancia para evitar otros episocios similares.

Tras algo más de un mes de investigaciones, la propia empresa Tomás Guillén y la Guardia Civil localizaron parte de la maquinaria presuntamente sustraída en dos naves-almacén, situadas en Caleiro (Vilanova) y en el puerto de Vilagarcía. B.A.C., de 49 años, tiene alquiladas ambas, por lo que fue detenido por la Guardia Civil.

Tomás Guillén llegó a ofrecer una recompensa de 6.000 euros a quien les proporcionase datos fiables sobre la desaparición.