Entre las decenas de personas que se acercaron a ver el estado en el que quedó el bar Galeón se encontraban Benito Paz y Rita Cordeiro. Ambos vivieron encima del establecimiento hostelero hasta el pasado viernes, cuando cambiaron de residencia. "Todavía acabamos la mudanza la noche pasada (la del martes) y aún no hemos sido capaces de asimilar lo ocurrido", explicaban los dos ante el edificio afectado. Se da la circunstancia de que el punto más afectado en la vivienda superior "es donde nosotros teníamos nuestra habitación, por lo que no queremos ni imaginar lo que nos podría haber ocurrido de estar todavía viviendo en el edificio". Benito Paz, que es el patrón de la lancha de vigilancia de la Cofradía de A Illa de Arousa, apunta que "todavía nos quedaban algunas cosas en el interior, pero no sabemos como han quedado porque no nos han dejado entrar". Las caras de espanto y sorpresa fueron una constante durante toda la mañana en O Cantiño.