Un avilesino que se encontraba navegando en velero frente en aguas de O Grove alertó esta semana a la Coordinadora Para el Estudio y la Protección de Especies Marinas (Cepesma) de la presencia de "dos o tres" docenas de medusas a unas dos millas de la costa. Se trataba de ejemplares de carabela portuguesa (Physalia Physalis), una especie de hidrozoo tóxica que en determinadas personas puede llegar a producir la muerte, según explica el presidente de Cepesma, Luis Laria.

Con todo, el experto no quiere alarmar a la población. "No hay que tener miedo, sino respeto". ¿Qué hacer en caso de encontrar carabelas portuguesas? Por el momento no se ha avistado ninguna en las playas del sur arousano (O Grove, Cambados, Vilanova y Vilagarcía), y se desconoce si llegará algún ejemplar. Pero, por prevención, desde Cepesma -entidad con base en Asturias- recomiendan introducir la medusa en una bolsa de plástico sin tocarla en ningún momento, "igual que se recogen las heces del perro en la calle", ejemplifica Laria.

Donde sí han aparecido una buena cantidad de carabelas portuguesas estos días fue en playas de la comarca de Barbanza, como en Corrubedo y en Queiruga, As Furnas y Espiñeirido (estas tres últimas en Porto do Son).

El presidente de Cepesma apunta que las Physalia Physalis son venenosas y no aparecen en grandes masas. "Son muy fáciles de identificar, tienen un tamaño como dos puños, en forma de globo y semitransparentes. Las colonias no superan las cien", explica. Este tipo de medusas vive en zonas abiertas del mar y se han acercado a la costa porque se mueven "exclusivamente a merced de los vientos y corrientes marinas".

Desde Cepesma apuntan que se han localizado en la costa gallega también ejemplares de Velella Velella, que pueden aparecer en "decenas de miles" aunque son "totalmente inofensivas".