Los problemas viarios en la vilagarciana avenida de López Ballesteros van en aumento. Es cierto que hace días se parchearon algunos de los baches existentes, pero también lo es que con las incesantes lluvias ya reaparecieron.

La sucesión de agujeros resulta preocupante y peligrosa, tal y como denuncian tanto conductores como peatones, algunos de los cuales ya sufrieron las consecuencias de este firme en mal estado.

Lo verdaderamente grave y preocupante se localiza a la altura del pazo de A Golpelleira, donde la carretera está casi impracticable y por momentos se convierte en un lodazal, sobre todo en sus márgenes.

Se trata de un tramo en curva, lo cual aumenta el peligro para los automovilistas y hace casi imposible el paso de los peatones y ciclistas.

Además, el estado del firme empeora por coincidir en ese punto la presencia constante y los giros de numerosos camiones. Y es que justamente ahí maniobran los vehículos pesados que participan en las obras del Eje Atlántico del Tren de Alta Velocidad (TAV) y los que se ocupan desde hace meses de la rehabilitación de los jardines, servicios y demás elementos del pazo de A Golpelleira, para destinarlo en breve a la celebración de bodas y banquetes.

En definitiva, que el tránsito es constante por esta carretera, y la intensidad del mismo se hace especialmente evidente a la altura del citado pazo, de ahí que la plataforma de rodadura se resienta de manera notable.

Y si arriesgado es circular por esta calzada, también lo es utilizar sus arcenes o cunetas, ya que hay tramos convertidos prácticamente en arenas movedizas de las que resultará difícil salir a cualquier vehículo o persona que se introduzca en ellas. También hay una peligrosa tapa de alcantarilla rota y a medio levantarse, por lo que no resulta extraño que los vecinos se quejen y alerten de la existencia de un gran riesgo o de la posibilidad de que se produzca "alguna desgracia".

Hace días se explicaba que se negocia la aplicación de una capa de asfalto en todo el trazado, para acabar con los bacheos y los parcheos. Pero a la espera de esa ansiada solución, que la adjudicataria de las obras del TAV estaría estudiando asumir, el problema parece cada vez más grave. Por eso se recomienda extremar las precauciones al volante al circular por esta avenida, que conduce hacia la plaza de San Miguel (A Torre) desde la estación de autobuses de Vilagarcía de Arousa.