Paradela no ha vuelto a celebrar las representaciones de su Semana Santa con buen tiempo desde que fue declarada de Interese Turístico Galego, en 2010. Pero lo ocurrido este año ha superado todas las ediciones anteriores. La lluvia ha obligado a suspender escenas completas, algo que no había ocurrido nunca en los últimos años, incluidas el vistoso Vía Crucis hasta el Monte da Croa y el desenclavo de Jesús. A pesar de ello, un nutrido grupo de personas se acercó hasta la parroquia meisina para ver en primera persona una de las Semanas Santas más importantes de la comarca.

El Viernes Santo por la mañana cofrades, actores y público se levantaron de cama muy pendientes del cielo. La lluvia ya les había jugado una mala pasada la noche anterior, obligando a celebrar una versión abreviada de las representaciones del Jueves Santo dentro de la iglesia. Pero el viernes todavía fue peor. A media mañana parecía que habría suerte y se hicieron el juicio ante Pilatos y Herodes, así como la primera sesión de latigazos a Jesús. Pero a los pocos minutos las cosas se torcieron. Una de las organizadoras, María del Canto Motrel sostiene que "aquello no era lluvia, era un diluvio", por lo que se optó por suspender los demás actos de la mañana.

Una decisión dura y frustrante, por cuanto que obligó a prescindir de algunos de los momentos estelares de la Pascua de Paradela, como son la subida hasta el Monte da Croa y la Crucifixión. Además, los vecinos que integran el elenco llevaban meses trabajando en los ensayos, y este año confiaban en introducir una pequeña pero llamativa novedad, que permitiría escuchar en directo el diálogo entre Jesús y los ladrones en vez de grabado, como hasta ahora.

Las cosas no mejoraron por la tarde. Una vez más, los miembros de la cofradía que organiza la actividad estuvo muy pendiente de la evolución meteorológica, y aunque hubo momentos en que parecía que la borrasca daría una tregua, con lo que se podrían hacer el desenclavo y la procesión del Santo Entierro, al final los vecinos tuvieron que contentarse con llevar a cabo una pequeña procesión entre la iglesia y el cruceiro que se encuentra en el centro de la aldea, en el conocido como Campo de Outeiro, a unos 200 metros de distancia. Fue acompañada por la banda de gaitas y percusión de Cotobade.

Solo pudo salir el paso de la urna, puesto que el de la Virgen María tiene un costoso manto que podría estropearse con el agua. "Queríamos mantener el horario e ir hasta arriba, pero no fue posible", explica Motrel.

Público de Ferrol

María del Canto Motrel señala que aunque desilusionados "porque los últimos años llovió todos, pero éste fue el más duro", están relativamente satisfechos porque "lo intentamos hasta el último instante", y porque se encontraron con un público fiel e ilusionado. "Hubo mucha gente para el tiempo que hacía. - incluso algunos subieron hasta el Monte da Croa, confiando en que escampase, y luego bajaron hasta la iglesia. Luego, durante la procesión, había gente por ambos lados en todo el recorrido".

Además, el hecho de ser declarada fiesta de Interese Turístico Galego propicia la llegada de espectadores de otros puntos de Galicia. Este año no pudo venir una asociación de Ponteareas con la que está en contacto la cofradía de Paradela, pero sí se acercó el viernes por la mañana un autobús de Ferrol, una ciudad que también tiene una gran tradición de Semana Santa.

La fiesta de Paradela concluye hoy. La última escenificación es la de la Resurrección de Jesús, y está previsto que se lleve a cabo a las 12,30 horas del mediodía. Será en el atrio de la iglesia, y la escena comienza con la salida de las mujeres hacia el sepulcro, donde las recibe el ángel. Tras el descendimiento de éste desde el campanario de la iglesia, los niños, vestidos de ángeles, leen una serie de poesías.

Si el tiempo lo permite, la misa será al aire libre, entre las 13 y las 13,30 horas, y a su término sale la procesión hasta el cruceiro. En ella participan unas 200 personas, que son la totalidad de los vecinos que participan como actores o cofrades. La fiesta termina por la noche con la verbena de Marbella y Atenas.