Las explicaciones del concejal de Cultura, Francisco González Mariño, en las que garantizaba a todas las asociaciones -sin ánimo de lucro- la gratuidad absoluta por usar las instalaciones culturales, no han convencido a la oposición ni lo más mínimo. Todo lo contrario. El debate está más encendido que nunca. La portavoz del BNG, María Villaronga, cree que "si realmente el Concello tiene esa voluntad de gratuidad, no debería tener problema en aceptar nuestra propuesta para poner expresamente en la ordenanza que solo paguen las empresas privadas". La nacionalista advirtió de que tanto los artistas que expongan sus obras en la sala Rivas Briones como los escritores que presenten un libro en un espacio municipal deberán pagar una tarifa por utilizar las instalaciones, puesto que realizarían actividades con ánimo de lucro al vender sus obras o ejemplares. "Es sangrante", valoran desde el Bloque.

"También hay muchas asociaciones que no están legalmente constituidas, que no tienen CIF ni estatutos, como algunas de amas de casa, que quedarían fuera de las exenciones de pago", critica Villaronga. "Nos están mintiendo", censura.

Pese a las críticas vertidas, tanto BNG como PSOE creen que todavía es posible que el Concello llegue a un consenso con los colectivos, por lo que le instan a que los convoque de forma conjunta. Los socialistas aseguran ya tener en marcha una ronda de contactos con las asociaciones para contribuir a la elaboración de un nuevo reglamento que no sea "confuso e impreciso" como el actual.

Desde el Bloque también coinciden en que los textos aprobados inicialmente en el pleno son "totalmente ambiguos", una de las razones que le llevaron a no apoyarlos.

Aportaciones

María Villaronga quiso ayer dejar claro que su partido sí realizó aportaciones, de las cuales solo dos fueron incluidas en el reglamento: que la decisión de permitir filmar en los espacios culturales sea de la organización y que la prohibición de acceder a dichos recintos con "bicicletas, patines o cualquier otro vehículo o artefacto" excluya las cuestiones de movilidad: sillas de ruedas o carritos de bebé.

El principal escollo que provocó el rechazo de la oposición fue el artículo 4 de la ordenanza, donde se recogen las exenciones de pago. Los nacionalistas tampoco comulgan con poner un límite al tiempo de una exposición en la Rivas Briones ni con que el Concello "evite actividades en la Casa da Cultura que impidan o afecten de forma prolongada o reiterada el funcionamiento de la biblioteca" -reza el documento-, pues "todas las actividades del Salón García tendrán que pagar entre un 25% y un 50% más por el horario en que se realicen". "Tuvieron a bien redactar el texto de otra forma, pero no soluciona nada", reprocha Villaronga.

El BNG tampoco comparte que los actos del Auditorio que se soliciten con menos de un mes de antelación tengan que ser valorados por la junta de gobierno local. "También es muy escandaloso que el Concello no se haga cargo del deterioro o robo de obras en la Rivas Briones o que pretenda responsabilizar del mantenimiento y limpieza de los centros culturales a las asociaciones", agrega.

En cuanto a los locales de ensayo, solicitan la retirada de los precios públicos. Por las múltiples discrepancias con los textos aprobados, el BNG tiene claro que presentará alegaciones.

"Encender la situación"

Por su parte, la portavoz socialista, Tania García, censuró la actitud del concejal de Cultura, que "después de pasar por el ridículo de promulgar que estaba planteando una propuesta consultada con los colectivos y que estos negaran la mayor, contribuyó en sus declaraciones a incendiar una situación en vez de calmarla".

"Seguramente por su inexperiencia el concejal siguió la estela habitual de este gobierno local, y especialmente del alcalde, de arremeter contra toda persona o conjunto que discuta alguna de sus decisiones", critica García Sanmartín, que considera "absolutamente desafortunado que González Mariño intentara menospreciar la actitud de unos colectivos que solo defienden lo que consideran correcto". La socialista cree que el edil aún esta a tiempo de "resolver los problemas" por la vía del diálogo, para lo que le invita a implicarse "de verdad" en el tejido asociativo y cultural.

Villaronga advierte que la puesta en marcha del reglamento y la ordenanza para los recintos culturales "supondrá la muerte" de la sala Rivas Briones y de la Casa da Cultura. "Las actividades en el Salón García van a tener un coste de entre un 25 y un 50% a mayores por las horas extras en las que se tendrán que desarrollar para no interferir con la biblioteca, y los artistas que tengan que pagar por la sala de exposiciones elegirán otros concellos antes que Vilagarcía para exponer", esgrime la portavoz nacionalista. Rechaza de forma tajante las acusaciones del edil de Cultura en las que culpaba a la oposición de "soliviantar a los colectivos". "Que se dejen de mentiras, ambigüedades, contradicciones y de buscar falsos culpables y reciban de forma conjunta a las asociaciones", espeta María Villaronga.