-No se considera fotógrafo profesional. ¿A qué se ha dedicado profesionalmente a lo largo de su vida?

-La fotografía como actividad artística es una ruina si no tienes un cierto grado de fama, algo que no tengo ni he buscado. Profesionalmente he sido pintor. A los 21 años ya expuse en una importante galería de Madrid. Más tarde me volqué en la fotografía. También estudié una carrera, Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid, pero nunca ejercí como tal, nunca me dediqué a eso. Es el típico estudio para que tus padres te dejen en paz. Eso sí, en la Facultad conocí a mi mujer. Me encanta la palabra gallega "zafarse", y esa fue mi profesión: salir adelante sin saber cómo.

-¿Ha trabajado también como fotógrafo?

-Sí, salvo de reportero, porque soy muy lento. Tardo meses y a veces incluso años en acabar un tema.

-Ha exhibido sus imágenes en múltiples exposiciones. ¿Es la primera vez que expone en Vilagarcía?

-Sí. Me surgió una invitación del Espazo Sumay y me puse a trabajar. Estreno aquí la exposición "Ilustraciones a un cuento chino en Japón", que está basada en unas conferencias que pronuncié en Segovia y en Madrid y que ahora materializo en fotos. Explicar mis fotos era explicar un cuento chino.

-¿Tiene las fotos a la venta?

-Algunas de ellas sí. Otras son retratos de familiares que no se venden.