Los sindicatos han convocado una huelga en el sector del comercio de la alimentación en toda la provincia de Pontevedra, una movilización a la que están llamados en O Salnés más de 3.000 trabajadores de diferentes cadenas de supermercados y tiendas pequeñas. Aunque ayer fuentes sindicales daban por rotas las negociaciones con la patronal, a media tarde desde CIG anunciaban que hoy las partes vuelven a reunirse con mediación de la Inspección de Trabajo "para buscar un acuerdo sobre el convenio que permita desconvocar la huelga prevista a partir del lunes". Por tanto, de fructificar el diálogo, podría desconvocarse el paro in extremis. Y es que la previsión es iniciar la huelga ya el lunes, prolongándola durante toda la semana para concluirla el Sábado Santo a las 00,00 horas.

Para explicar a todos los trabajadores de la comarca saliniense la postura de cada parte, así como del contenido de los últimos encuentros para negociar el convenio, los sindicatos han convocado para mañana a las 11,30 horas una asamblea en los locales sindicales de Vilagarcía.

Los empleados que están convocados a la huelga son los que trabajan en establecimientos que se rigen por el convenio provincial de la alimentación. Por tanto, quedan excluidos los que tienen convenio propio, como Eroski, Mercadona, Dia o Carrefour. De llegarse a iniciar la movilización, sí podrían sumarse a la convocatoria personal de Froiz, Gadis, Lidl, Hiperxel, Moldes y otros comercios de alimentación más pequeños, ya sean fruterías, carnicerías, etc.

Los sindicatos esperan que secunden el paro un número muy importante de los empleados del sector, puesto que la propuesta de la huelga "no es un planteamiento sindical como medida de presión sino que fue lo que se dijo en asamblea de trabajadores", afirmó Diana Rodríguez, secretaria comarcal de servicios de CIG y miembro de la mesa de negociación del convenio.

Por su parte, Carlos Búa, de Comisiones Obreras, dejó claro que los empleados "no podemos ceder ni un ápice en el convenio. No podemos permitir ni un paso atrás". Este sindicalista de CC OO advirtió a las empresas que de comprobar que se produce algún tipo de coacción a los trabajadores que quieran hacer huelga, "iremos a los juzgados". "No se puede coartar los derechos de los empleados", defiende.

Los principales desacuerdos entre las partes abordan el salario y la antigüedad. Según fuentes sindicales, la patronal plantea una subida del 0,75% en un plazo de cuatro años "sin revisión salarial" y rebajar de un 6% a un 2% las percepciones por cuatrienios, así como limitar la antigüedad a 16 años. "Quieren eliminar el convenio colectivo. El actual finaliza en julio de este año, por lo que, de no renovarse el sector del comercio de la alimentación se regiría por el Estatuto de los Trabajadores, o sea que estarían en condiciones de esclavitud", alerta Diana Rodríguez, quien recuerda que las compañías del sector "siguen teniendo beneficios, publicados en sus propias webs".