Funcionarios judiciales de Vilagarcía salieron ayer a la calle para protestar dentro del marco de una movilización que se celebró en varias ciudades de España contra la privatización del registro civil. Los empleados públicos de los juzgados vilagarcianos denunciaron que la asunción de las tareas del registro civil por parte de los registradores de la propiedad reportará a estos profesionales unas "ganancias estimadas" de 180 millones de euros a repartir entre los 800 que ejercen en España.

En el caso concreto de Vilagarcía, una de las dos funcionarias que trabaja en el registro civil asegura que es el tercero de la provincia de Pontevedra en carga de trabajo, emitiendo unos 60 certificados diarios. Teniendo en cuenta que cada ciudadano -siempre según la versión de los funcionarios de justicia- deberá pagar entre 20 y 30 euros por cada partida, los registradores de la propiedad de Vilagarcía podrían ingresar un mínimo de 1.200 euros al día. "Informatizar el registro civil le costó 130 millones de euros a los ciudadanos y se van a regalar", denunció ayer uno de los trabajadores que se manifestaron a las puertas de los juzgados de la capital arousana. "Se privatiza sin nada a cambio", agrega, puesto que los funcionarios que llevan los registros civiles continuarán en la plantilla pública.

En este sentido, las empleadas afectadas en Vilagarcía sospechan que las trasladarán a "cualquier otro juzgado" para realizar otras funciones distintas a las actuales.

Más críticas

Los manifestantes recordaron que el registro es un servicio público y gratuito desde su creación en el año 1870. "El presidente del Gobierno, dos de sus hermanos y la nuera del ministro Gallardón son registradores de la propiedad", denuncian los funcionarios en un folleto informativo, donde también se tacha de "servicio público en régimen de monopolio" el trabajo que realizan los registradores, quienes en otros países de Europa figuran como asalariados del Estado. En España "perciben sus retribuciones directamente de los usuarios privados y públicos", agregan en un escrito los funcionarios judiciales que se concentraron ayer en Vilagarcía, que no llegaban a la veintena de personas. No obstante, se hicieron oír con pitos y pancartas.