Fueron muchos los que pidieron un castigo ejemplarizante para Óscar Fraga a raíz de los sucedido tras el certamen de comparsas de 2012. La supuesta agresión a un hombre mucho mayor que él, como es el concejal de Cultura, provocó una fuerte contestación social y política, ya que se entendía que aunque intolerable con cualquier persona, una agresión a un representante electo resulta todavía más censurable.

Aquel 19 de febrero de 2012, inmediatamente después de que, supuestamente, se produjera la agresión, el alcalde de O Grove, Miguel Pérez, declaró: "La agresión la vieron docenas de personas. Ese tipo (en relación a Virvi Fraga) lleva mes y medio intentando reventar el festival de comparsas, y volvió a intentarlo durante el espectáculo. El concejal (Carlos Otero) ha trabajado muchísimo para que el festival saliese razonablemente y esta agresión merece una respuesta contundente, y la va a tener".

Al día siguiente, el primer edil añadió: "Se le acercó como un energúmeno y docenas de personas pudieron ver cómo lo abofeteaba antes de que lo agarraran para disuadirlo y evitar que siguiera golpeando al concejal, al que llamó 'hijo de la gran pu...', antes de golpearlo con fuerza y dejarle la cara como un tomate".

Carlos Otero, por su parte, declaró tras el incidente: "Yo estaba en la mesa y Domínguez llegó allí como un energúmeno. Le dije que se separara, y justo en ese momento me dio la bofetada. Yo solo era el secretario del jurado, no tenía voto. ¿Qué culpa podía tener yo de su puntuación?".

Óscar Fraga (Virvi) decía: "Tuvimos un intercambio verbal porque él y yo tenemos un problema personal. Todas las comparsas se quejaron del sonido". Al día siguiente decía ser víctima de un "linchamiento" en las redes sociales, las cuales usó para pedir disculpas por haber tenido "un pronto" ,"un incidente" o "un pequeño calentón". Alegó haber actuado movido por la decepción de los 40 integrantes de su comparsa, que había quedado séptima, e insistió en que lo suyo con Otero fue "un enfrentamiento verbal con un empujón".

Alfredo Bea, concejal de Seguridad Ciudadana, argumentaba entonces: "Virvi está ahora mandando mensajes de arrepentimiento, pero de ningún modo puede justificar su actitud y no puede detenerse el proceso judicial abierto, pues su comportamiento totalmente incívico debe ser castigado. Cualquier ciudadano se merece el respeto de los demás, y más aún si es un cargo electo que representa a su pueblo; ahora no vale de nada arrepentirse y pensar en los hijos y lo que puedan escuchar de su padre, pues todos tenemos hijos, incluso los que somos insultados a diario".

El 21 de febrero del año pasado Bea declaraba en FARO que "pueden hacerse críticas, pero siempre desde el respeto y nunca desde el insulto o la agresión, como en este caso. Es un juez el que debe decidir qué hacer, y nosotros debemos pedir que castigue a este personaje con contundencia".