Los propietarios de un chalé de tipo racionalista situado en la calle de Rosalía de Castro, número 62, de Vilagarcía, acaban de conseguir, después de ocho años, que la Xunta inicie el proceso para la exclusión de este edificio del "Catálogo de edificios y elementos a conservar".

Los dueños del inmueble recalcan que la catalogación de esta edificación "resulta un hecho urbano ciertamente discordante" porque "se protege un elemento (edificación, jardín y cierre)" que está rodeado de edificios de varias alturas, lo que hace que quede aislado dentro de la propia manzana.

La casa forma parte del conocido como Barrio de la Prosperidad, una zona que surgió en las márgenes de la carretera de Chapa a Carril -actual avenida de Rosalía de Castro- y alrededor de un balneario -hoy desaparecido- y de las playas de Compostela y A Concha.

Fue construida en los años sesenta, época en la que las edificaciones asentadas a lo largo de la citada avenida "eran, en general, viviendas unifamiliares adosadas, en el margen de las playas, y viviendas unifamiliares aisladas en el lado opuesto", explica el informe de la arquitecta, Carmen Santiso.

Se expone asimismo que en este margen de la calzada subsisten en la actualidad "tres edificaciones catalogadas, en una convivencia difícil y compleja con construcciones en altura, con una media de cinco plantas".

La petición de descatalogación se apoya asimismo en el hecho de que esta finca es urbana y por tanto cuenta con todos los servicios propios de un núcleo de población de alta densidad. En relación con la manzana en la que se ubica se pone de manifiesto que "el 64% está edificado con una altura media de bajo y 4 plantas".

Esto ha provocado que la casa que ahora se pretende descatalogar se encuentre rodeada por medianeras "de 410 metros cuadrados de superficie".

Esta situación lleva a la familia a exponer que resulta innegable que "el paso del tiempo y la dinámica urbana auspiciada por el planeamiento dejaron la vivienda inconexa en su propio entorno".

La arquitecta que emite el informe señala que la situación en que se encuentra el chalé, al estar protegido por el PXOM, "es caricaturesca" porque "permite que este elemento pueda estar acorralado por tres medianeras opacas de más de 400 metros cuadrados de superficie, fruto de edificaciones en altura de cinco plantas con su correspondiente bajocubierta y con fondos de 24 metros".

En definitiva, agrega, "se trata de dos soluciones a decisiones urbanísticas opuestas: una ordenanza de aplicación de edificación entre medianera y en altura y, por otro lado, un conjunto a proteger propio de un entorno de ciudad-jardín y de una ordenanza de baja densidad para vivienda unifamiliar aislada".

En el catálogo se describe el chalé como: "Construcción aislada, de diseño racional, rodeada de un destacable jardín". Y de sus características expone: "De estricto diseño racionalista, sin concesiones ornamentales, en lo que a las proporciones de volumen y huecos constituyen el fundamento compositivo, conjugando con el vaciado de las terrazas y el sutil dinamismo de la barandilla".

Pero esta descripción figura en el PXOM vigente de 1986, pero no en el anterior PGOU. Y los propietarios insisten en que ni el jardín ni el cierre tienen valor. Del muro explican que fue construido con "fábrica de ladrillo enfoscado y pintado" y respecto del jardín que carece de "valor botánico".

Sobre el edificio, los dueños consideran que lo más destacable es su fachada principal "pues el resto de las fachadas carecen de cualquier tipo de interés compositivo". Afirman que la mayor parte del inmueble es hormigón con estructura portante en madera y cubierta de teja plana, entre otros datos.