Por ahora los cierres de bateas a causa de la marea roja se limitan a las rías de Pontevedra y Muros-Noia. Pero es previsible que la presencia de biotoxinas siga en aumento y afecte a otras. El sector permanece atento, ya que de la evolución de las células tóxicas depende la planificación de las próximas semanas.