Son entidades que apenas han existido pero que pueden convertirse en un lugar donde comercio y administración local encuentren un punto de diálogo para tratar de impulsar un sector muy importante para todos los cascos urbanos pero al que la crisis económica está dejando muy tocado. Las mesas de comercio van a comenzar a funcionar en todos los municipios de O Salnés para tratar las diferentes demandas y dándole una mayor participación en la toma de decisiones que afecten al comercio local.

Esa decisión fue uno de los principales acuerdos que salieron del encuentro entre los alcaldes de Cambados, Vilagarcía, A Illa, Ribadumia, Meaño, O Grove y Sanxenxo y representantes del Consorcio de Comercio, que aúna a pequeños comerciantes de todos esos municipios. Para el sector, impulsar las mesas de comercio locales significa implicar a los diferentes Concellos "en la dinamización y promoción de la economía local, convirtiéndose en la principal herramienta para alcanzar el consenso entre todas las partes implicadas en la economía local: ayuntamientos, empresarios y consumidores". Estas mesas deben convocarse a nivel local, sin que se descarte repetir el encuentro del pasado martes en más ocasiones, ya que cada municipio tiene su especial idiosincrasia y sus particulares circunstancias.

De todas formas, la posibilidad de repetir el encuentro del pasado martes es algo que tanto el comercio como las administraciones públicas quieren hacer. Crear una mesa de trabajo que reúna a todas las entidades y Concellos sería "una buena manera de acercar posturas, ya que, si bien es cierto que cada municipio tiene sus particularidades, existen ciertas cuestiones, como pueden ser algunas ordenanzas, que se podrían consensuar entre las diferentes corporaciones para evitar las excesivas diferencias que existen de unos lugares y otros", explicaba ayer el presidente del Consorcio de Comercio, Marcos González.

Entre las cuestiones que pueden estar presentes en las distintas mesas de comercio y en la reunión conjunta se encuentra el alto precio de los alquileres de los locales. El sector considera que las administraciones públicas podrían influir y buscar fórmulas para primar o penalizar aquellos bajos que se encuentran sin ocupar en los cascos urbanos, algo que facilitaría la implantación de un tejido comercial fuerte.