Como mínimo las condiciones salariales y laborales vigentes, recogidas en el convenio provincial vencido el 31 de diciembre de 2011, más una subida salarial equivalente al IPC y por debajo, nada. Los trabajadores del comercio de alimentación de Pontevedra, reunidos ayer en asamblea, dejaron claro a sus representantes (de CIG, CC.OO y UGT) que éste es el mensaje que deberán trasladar a los empresarios del sector el próximo martes, recalcando que solo bajo esas premisas abortarán la huelga convocada para Semana Santa.

En el aire está la firma del nuevo marco laboral que regulará la actividad de aproximadamente 15.000 trabajadores en la provincia y de firmas tan conocidas como Froiz, Gadisa, Hiperxel Moldes o Lidl. Los empleados de otras cadenas nacionales o internacionales quedan al margen al disponer de convenios de empresa propios.

La cuenta atrás ha comenzado y los doscientos trabajadores que ayer participaron en la asamblea celebrada en el edificio sindical de la capital (y a la que asistieron empleados de la comarca de O Salnés) urgen una respuesta, tras un primer paso dado por los portavoces empresariales el pasado jueves cuando, tras constatar que la convocatoria de huelga era una realidad, presentaron una segunda propuesta de convenio, que ayer fue rechazada unánimemente por la asamblea local.

"Ni una sola voz en la asamblea planteó que se retirara la convocatoria de huelga y todas pidieron que se negociara a partir del convenio" explicaba ayer el portavoz de CIG, Marcos Cadórniga. También el portavoz de UGT, Carlos Esperón, subrayaba la apuesta de los asistentes de "no rebajar" las condiciones de trabajo actuales, una firmeza que vinculaba al hecho de que "quieren tensar (los empresarios) tanto las cosas que se han pasado de la raya".

"Ambas partes estamos obligados a hacer un ejercicio de responsabilidad que lleve a restar incertidumbre y preocupación en los trabajadores del sector". Con este preámbulo de la patronal de la alimentación se sentaban a negociar el pasado jueves ambas partes, un encuentro en el que se presentó la segunda propuesta empresarial rechaza y que será respondida en la reunión de mañana.

Esta plataforma plantea un convenio de cuatro años de vigencia (2012-2016), una congelación salarial para el bienio 2012-13 y sendas incrementos del 0,25 y 0.50% para los años 2014 y 2015. Además, entre otras coas, modifica a la baja y limita el plus de antigüedad; distancia en el tiempo la promoción interna automática (de tres a seis años y de cinco a diez, según las categoría), baja las horas extras y acota y los permisos retribuidos.

Patronal y sindicatos volverán a sentarse en la mesa de negociación conscientes unos y otros de que el tiempo se acaba. La huelga en el sector de la alimentación está convocada para los días 25, 26,27, 28 y 30 de marzo y en los distintos centros de trabajo empieza a extenderse la idea de que "no hay marcha atrás".