Los semáforos de Caleiro, ubicados en la PO-549 a su paso por Vilanova de Arousa, han vuelto a convertirse en un problema para la circulación. El mal funcionamiento de los mismos causó ayer problemas en el tráfico rodado durante la mañana, al cambiar en segundos de color, sin dar tiempo a los vehículos a pasar.

Afortunadamente, no se llegó a registrar ningún accidente de tráfico, aunque causó cierto malestar entre los usuarios del vial que acabaron comunicando el hecho a la Policía Local, que junto con operarios municipales, acabó solventando el problema. No es la primera vez que los semáforos de Caleiro provocan problemas en la circulación por averías. De hecho, hace ya algunos años, estuvieron en ámbar durante meses hasta que la Xunta, responsable del vial, se decidió a solventar el problema.

Junto con los semáforos de A Pantrigueira, los de Caleiro forman los principales puntos negros de la red viaria de Vilanova.