La manifestación del Día da Clase Obreira Galega apenas congregó en las calles de Vilagarcía a doscientas personas, pese a tratarse de una protesta convocada a nivel comarcal contra la lacra del paro y las políticas de recortes.

La movilización partió pasadas las doce y cuarto del mediodía de la Casa do Mar, para luego continuar por la avenida de A Mariña, Conde Vallellano, Arzobispo Lago, Alexandre Bóveda, Alejandro Cerecedo, Doutor Tourón y Plaza de Independencia. En la gasolinera de San Roque los manifestantes giraron hacia Ravella, donde concluyó la marcha.

Pese a tratarse de una soleada jornada dominical, al menos a mediodía, Vilagarcía parecía una ciudad fantasma, sin viandantes ni conductores por sus calles. El único sonido partía de los cánticos de la protesta, animados por un implicado speaker. Al pasar por la sede del PP de Vilagarcía, las palabras se cambiaron por una pitada colectiva y numerosos insultos.

Los principales lemas giraron en torno a las alarmantes cifras de parados, reclamando un futuro para los jóvenes y la dimisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por sus "políticas de recortes que no sirvieron ni para crear empleo ni para reactivar la economía". Los manifestantes apostaron por reducir gastos en la monarquía y en la Iglesia.

De la corporación de Vilagarcía los únicos asistentes fueron los dos concejales de Esquerda Unida, una formación política que, junto con los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, acapararon con sus banderas el protagonismo de la manifestación.

Las trabajadoras de Cuca no faltaron a la protesta, en la que se corearon cánticos en apoyo a su lucha. "¡Así, así, ni un paso atrás, la fábrica de Cuca, en Vilaxoán!", entonaban.

Al término de la movilización, la sindicalista de UGT Carmen Brea hizo hincapié en la situación de las mujeres, víctimas de "los recortes en igualdad, dependencia y atención a la infancia". Entre los datos ofrecidos destaca la brecha salarial del 23% y que solo la mitad de las 150.000 gallegas en paro tienen algún tipo de prestación.

Por su parte, el secretario comarcal de CC OO, Juan Bao, animó a los ciudadanos a continuar luchando en un país con seis millones de desempleados. "Ni nos doblegaron ni nos domesticaron", proclamó.