La Comisión Superior de Urbanismo de la Xunta de Galicia informa a favor de la modificación puntual número 15 de las Normas Subsidiarias de Vilanova, lo que permitirá la legalización de todo el recinto y la edificación que Conservas Dardo ocupa en Currás (Caleiro).

El acuerdo se adoptó por unanimidad, y permitirá a la fábrica incorporar nuevas líneas de producción y realizar las obras de mejora que estime necesarias en la planta. Este acuerdo refrenda otro anterior del Ayuntamiento, que tramita desde hace tiempo el cambio urbanístico necesario para la legalización de la nave.

Conservas Dardo está en Currás, en una zona próxima al mar, y funciona desde la década de los 60. Pero en los años 80, cuando se estaba redactando la ley de Costas, la fábrica quedó fuera de ordenación por un error de la administración pública, que no hizo constar que Dardo llevaba más de 20 años en ese emplazamiento.

Eso generó muchos problemas a la empresa, pues al encontrarse en teoría sobre terrenos de dominio público no podía ampliar sus líneas de producción ni la nave. Dardo ocupa un asentamiento industrial de 13.000 metros cuadrados, y se está beneficiando de una disposición transitoria de la Lei de Solo de Galicia que inicialmente solo afectaba a los grupos de viviendas, pero que se amplió a las empresas por petición de diversos ayuntamientos para facilitar la conservación de los puestos de trabajo.

En el caso concreto de Dardo, la empresa ofrece una serie de compensaciones por esta modificación de las Normas Subsidiarias de Vilanova de 1997. Así, cede 1.300 metros cuadrados para zonas verdes, otros 260 para equipamientos, 1.300 para red viaria, y un 10 por ciento de aprovechamiento urbanístico, que la administración municipal recibirá en dinero.

Además, el convenio firmado por el Ayuntamiento y la empresa hace ahora un año contempla la recuperación de la franja delantera del complejo industrial mediante la creación de una senda peatonal de dos metros de ancho y casi 250 de largo en la zona de servidumbre de Costas.

La modificación estuvo expuesta al público desde julio del año pasado, sin que se presentase ninguna alegación. El cambio urbanístico también tiene el visto bueno del Estado, y en próximas fechas se ratificará en el Consello da Xunta.