Portos de Galicia ha empezado a cobrar por el atraque en el puerto deportivo de San Tomé (Cambados), lo que ha causado un profundo malestar entre varios usuarios. Los pantalanes ofrecen unos servicios muy precarios -carecen de luz y agua potable- y la dársena tiene tan poco calado que los días de mareas vivas hay embarcaciones que ni siquiera pueden salir al mar.

El pantalán deportivo de San Tomé se construyó a principios de la década de los noventa, pero los propietarios de los barcos que atracaban en él jamás pagaron tasa alguna a Portos porque los servicios siempre fueron muy deficientes y el calado es tan escaso que hace muy incómodo salir a pescar con marea baja.

Pero el año pasado el presidente de Portos de Galicia, el vilanovés José Juan Durán explicó que se iban a acometer algunas mejoras en los pantalanes y que se procedería por primera vez a la adjudicación formal de las plazas -que hasta ahora nunca se había hecho-, con lo que la Xunta también empezaría a cobrar por el atraque.

Tras ese anuncio hubo protestas de los usuarios, a lo cual Durán replicó que las tasas no eran por los servicios, sino por la utilización de un espacio marítimo de dominio público, y que esto se cobra en todas partes. De eso pasaron varios meses, y algunos usuarios han empezado a recibir estos días unas cartas certificadas para el pago de dos recibos.

Uno, por el uso del puerto desde el 1 de noviembre al 31 de diciembre del año pasado, y otro por el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2013. Las tarifas varían según la eslora de la embarcación, pero en el caso de la primera rondaría los 40 euros, y en la segunda se sitúa entre los 130 y los 150. Algunos usuarios están muy molestos, pues dicen que si bien sí se hicieron algunas cosas -una limpieza del fondo y la instalación de una puerta con llave, que ya está inoperativa- no se acometió lo principal, que serían el dragado, la mejora de los amarres y la dotación de servicios, como luz o agua.