La Enciclopedia Gallega, en su edición de 1974, es muy injusta con la figura de la notable soprano Matilde Vázquez. Parca en la exposición tanto relativa como globalmente, ya que lo que representó para España y América llevando el nombre de Galicia, merecía que los lectores pudieran conocer más acerca de su vida.

Nacida en Cambados el 27 de marzo de 1905, en la Travesía del Muelle, tuvo desde pequeña excepcionales dotes para el canto, a pesar de proceder de una familia en la que esta disciplina no formaba parte de su vida diaria, como ha ocurrido frecuentemente en el mundo de la música. Siendo niña se traslada a vivir a Vilagarcía, por obligaciones laborales de su padre, pues era panadero y encontró trabajo en una panadería situada en la primitiva plaza de Santa Lucía.

Fruto totalmente de su genio, Matilde Vázquez empezó a cantar mientras ayudaba a sus padres en el trabajo, para proseguir en las funciones religiosas del colegio y finalmente en las representaciones de los aficionados del municipio.

Al parecer fue a los 13 años cuando tuvo que marchar a vivir a la capital de la nación acompañando a sus padres y allí recibió lecciones de canto del ya retirado y famoso cantante Luis Iribarne, que en sus tiempos cosechó triunfos en España y América, como posteriormente haría la propia Matilde Vázquez.

Este profesor de canto había nacido en Almería, acabando finalmente en Madrid, donde terminaban todos los que quería hacer carrera, lo mismo que hoy.

"Roma se divierte"

Inició sus actuaciones en compañías y teatros de aficionados, hasta que debutó como segunda tiple en la opereta "Roma se divierte", en el teatro Reina Victoria, hasta que finalmente se inicia como profesional en el teatro Fuencarral, con la famosa zarzuela de Soutulllo y Vert, "La del Soto del Parral", en 1927.

A partir de entonces se iniciaba para la arousana una ascendente carrera como soprano, acompañada de las figuras más representativas del género chico de España. Hasta que llegó su gran día, el 6 de abril de 1929, con el estreno en el teatro Fontalba, de la zarzuela "Los claveles", del maestro Serrano. Actuó junto al tenor Tino Folgar, ya por entonces un reconocido cantante tanto de la zarzuela como de la ópera, consagrado además por sus triunfos en Italia. Fue desde luego su gran día en el mundo de la zarzuela, pasando a engrosar la lista de los más famosos de la época.

Esta obra de José Serrano, que la consagró definitivamente, quiso el compositor valenciano que se la llamase más bien sainete, por el tipo de argumento que hicieron los libretistas Luis Fernández de Sevilla y Anselmo C. Carreño, "una de las parejas de libretistas más sólidas del género".

Se considera entre 1930 y 1950 como los años en que alcanzó mayor fama, actuando con los mejores intérpretes del momento y en la mayoría de los teatros de las grandes capitales de España, especialmente Madrid y Barcelona.

Tras formar parte de la Compañía Lírica Nacional, con la que estrenó varias zarzuelas, tales como "Curro Vargas", "El Pinar" y "Talismán", todas ellas en el Teatro Calderón, pasó a pertenecer a la gran compañía del Maestro Federico Moreno Torroba, que la llevaría a actuar en Argentina junto a cantantes de la talla de Aníbal Vela, Faustino Arregui, José María Aguilar, Carmen Palazón y otros. Bajo la dirección del maestro Emilio Acevedo hizo que Buenos Aires se transformara en la capital del mundo de la zarzuela.

Es precisamente en esta capital donde sus paisanos del "Circulo Villagarcía de Arosa" de Buenos Aires toman contacto con ella, organizándole homenajes e incluso preocupándose por su salud.

Debió ser en noviembre de 1934 cuando cogió determinada enfermedad que le obligó a permanecer algún tiempo alejada del teatro Colón, por lo que el día 15 de dicho mes, el secretario del Círculo Villagarcía de Arosa les escribe la siguiente carta: "Sta. Matilde Vázquez, Independencia 1227, Ciudad. Distinguida paisana: Enterado este Círculo de Villagarcía por la prensa diaria de esta capital de su delicado estado de salud, lo que le priva de seguir obteniendo sus éxitos diarios en el primer coliseo de esta capital, de los cuales estamos muy orgullosos todos los villagarcianos, hacemos votos para que el mismo sea pasajero, deseándole ya su pronto y total restablecimiento".

A los 15 días debió curar de su enfermedad, ya que el citado Círculo Villagarcía de Arosa le preparaba un homenaje, enviando la siguiente nota a los socios de la entidad: "El Círculo Villagarcía de Arosa tiene el agrado de invitar a Vd. y familia a la cena que se realizará en honor de nuestra compatriota y distinguida artista Matilde Vázquez, el día 5 de diciembre en el hotel España a las 21 y 30 horas. A esta demostración de afecto y simpatía se adhiere la Sociedad Hijos Unidos del Ayuntamiento de Cambados. Esperando vernos honrados con su presencia y la de los suyos, saludámosle muy afectuosamente".

El Círculo de Villagarcía residía en la avenida Irigoyen 17 de Buenos Aires, y su Junta Directiva estaba formada por: Francisco V. Sobrido, como presidente; Vicente Paulos, vicepresidente; Manuel García, secretario; Dimas Urrabieta, vicesecretario; Guillermo Crespo, secretario de actas; Antonio Alvarez, tesorero; José A. Saavedra, vicetesorero; José Castro Sobrido, bibliotecario; y como vocales, Luis Castro, José Rodríguez, Juan Baqueiro, Angel Martínez y Roque Barreiros".