El instituto Francisco Asorey ganó el primer premio del quinto concurso gallego de robótica, celebrado la semana pasada en A Coruña. El equipo formado por Diego Cores, Samuel Gómez, Javier Carou y Marcos Daporta, de entre 15 y 16 años, obtuvo la máxima puntuación en la categoría de ESO, superando a los alumnos de A Cachada de Boiro, Tomiño y el instituto ferrolano de Canido. Participaron un total de 29 centros gallegos, y los estudiantes tenían que programar los microordenadores de los robots para que estos ejecutasen determinadas tareas.

Los estudiantes del Asorey están en cuarto curso, y en el caso de uno de ellos forma parte del programa de Excelencia Educativa. Tanto ellos como los demás alumnos que participaron en el certamen hicieron ayer en el instituto una demostración de sus habilidades en el montaje y programación de robots. "Esto es algo que anima mucho a profesores y alumnos", explica uno de los docentes que acompañaron a los jóvenes, Víctor Caamaño.

El profesor defiende este tipo de actividades como otra forma de enseñanza. "No se trata de aprender de memoria datos sobre los robots, sino de entenderlos, puesto que la robótica es algo que está introducido en la vida diaria", y alude a los modernos aspiradores, que son capaces de sortear obstáculos y de acudir solos al punto de recarga energética.

Víctor Caamaño hace también una lectura reivindicativa. "La tecnología no se limita a hacer unos trabajos manuales en un taller. Es una materia que abre muchísimas posibilidades, y que se ve castigada por la nueva Ley de Educación, que la relega a un muy segundo plano". Una lectura que también hacen las agrupaciones de Xuventudes Socialistas y del PSOE de Cambados. "Es sintomático que una materia donde las nuevas tecnologías son las herramientas para construir la realidad en que vivimos sea precisamente una de las que el ministro Wert pretende recortar de los programas educativos", sostiene el secretario local de XX SS, y alumno del Asorey, Ismael Agra. Además, alegan que el Gobierno pretende llevarla a cabo sin consenso alguno.

Esta era la segunda vez que el Francisco Asorey participaba en este certamen -la primera fue en 2012, en Lugo, y no llevaron ningún premio-, y el centro recibe una dotación simbólica de 150 euros. Uno de los profesores que participaron en la actividad, Ricardo Paredes, ya quedó tercero hace unos años con un instituto de O Barco de Valdeorras.