Pablo Agrelo decidió presentar ayer la dimisión como presidente de la Asociación de Hostelería de O Grove. El motivo no es otro que la rocambolesca historia ocurrida en el bar de la estación de autobuses en la noche del pasado jueves que finalizó con denuncias cruzadas entre el actual concesionario y él mismo. El ya expresidente de hostelería grovense se encargó de convocar una junta extraordinaria de la directiva para presentar su dimisión "con el fin de desvincular a la entidad de sus circunstancias personales y para no dañar la imagen de la misma".

El abandono de Agrelo deja a la entidad sin junta directiva, al quedar esta disuelta, lo que obligará a sus socios a acudir a una asamblea la próxima semana para decidir quien será su sustituto al frente de la misma.

Los hechos por los que dimite Pablo Agrelo se remontan al pasado jueves por la noche en la Estación de Autobuses. Según la denuncia presentada por Raúl Agudo, el actual concesionario de la cafetería, todo ocurrió sobre las 22,00 horas, cuando escuchó golpes en el baño de caballeros. Al acercarse al lugar vio como salía un individuo del interior del mismo y que huía, tapando su cara con un pasamontañas. Comenzó ahí una persecución en la que Agudo logró coger a ese individuo por el pelo, descubriendo que también se ocultaba bajo una peluca. "En ese momento, se dio la vuelta y reconocí a Pablo Agrelo", explica el denunciante. Mientras forcejeaba con él para reducirlo, una de las camareras del local alertó a la Guardia Civil, que se personó en la zona junto con el 061 que acabó trasladando al centro de salud a Agrelo tras sufrir un desmayo.

Agudo asegura que, cuando se fue la Guardia Civil, dos individuos se presentaron en un vehículo con el que "estuvieron a punto de atropellarme" y le agredieron. De esta agresión culpa al hijo de Agrelo y a un amigo de este. También responsabiliza al expresidente de los hosteleros de haber dañado un depósito de agua de 10.000 litros, lo que le ha obligado a cortar el suministro eléctrico ante el riesgo de cortocircuito. El ahora expresidente de la hostelería también presentó denuncia contra el actual titular de la concesionaria.

El enfrentamiento entre ambos vendría por la propiedad de una maquinaria que Agrelo considera suya y que quiso venderle, aunque fue rechazada por este por su mal estado.