La unión que se gestó en la época de Victoriano Deza y culminó el 1 de marzo de 1913 fue compleja como consecuencia de la rivalidad de nada menos que 85 lugares de los tres municipios que consagraron el acuerdo.

Fole explicó esa esencia: "Atrás quedan los tiempos en que los de Sobradelo decían tener una natural antipatía por los de Vilaxoán, por estar éste en manos de extranjeros y ser ellos gente labradora".

Y recordó la época en que los de Vilaxoán "se quejaban de la vanidad de sus rivales, los de Vilagarcía; cuando los de Cea preferían estar en Vilagarcía y no en Carril, que según la comisión provincial, eran gente pobre y de ninguna instrucción".

Aludió a la época en la que los de Carril "chinchaban a los de Vilagarcía diciendo que la estación de tren era de Carril y muy de Carril, y por eso cuando los de Vilagarcía traían a un ministro lo bajaban en A Golpilleira. O cuando los de Rubiáns creían que les trataban como esclavos y les cargaban con contribuciones ordinarias y extraordinarias. Demasiado que limar.