El alcalde de Vilagarcía, tal y como se comprometió en el pleno celebrado el lunes, ha convocado a la junta de personal y al comité de empresa del Concello a una reunión. Tomás Fole pidió disculpas en la sesión plenaria a los empleados municipales por no haber atendido sus peticiones para lograr un encuentro con él. Aseguró que se reuniría con ellos de forma urgente. Y así será. Los sindicatos recibieron ayer a mediodía una convocatoria para el próximo miércoles 6 de marzo a las diez de la mañana.

La principal preocupación de la plantilla responde a la gestión que el gobierno municipal está realizando con las bajas laborales. Los representantes sindicales de los trabajadores de Ravella consideran que la política llevada a cabo por el Ayuntamiento en este asunto es más restrictiva que la estatal, y por ello piden equipararse en este sentido al resto de funcionarios del país.

Según fuentes sindicales, en el Concello de Vilagarcía es la junta local de gobierno la que decide a partir del tercer mes de baja laboral si un trabajador va a percibir el 100% del salario o no, una medida que la plantilla rechaza al considerar que los políticos no son médicos para valorar el estado de salud de un trabajador.

Pero la reunión del próximo miércoles no solo abordará la cuestión de las bajas por incapacidad temporal (IT), sino que, para sorpresa de la junta de personal y del comité de empresa, el Ejecutivo incluyó en la orden del día otro punto que reza literalmente "horario y distribución de la jornada de trabajo del personal a servicio del Concello". De esta forma, el equipo de Tomás Fole retoma este asunto que lleva varios meses metido en el cajón.

La plantilla intuye que hablarán, entre otras cosas, sobre la propuesta planteada en aquel momento por el gobierno: ampliar la jornada semanal de 35 a 37 horas y media, dejando esas dos horas y media a disposición del Concello. "Hay algunos departamentos que ya hacen 37,5 horas", precisan desde la junta de personal.

Los sindicatos están expectantes del planteamiento que les trasladará el alcalde en la reunión. "No nos oponemos a ampliar la jornada a 37 horas y media, sino a que esas 2,5 horas las emplee el Ayuntamiento cuando quiera. Incluso se habló de que podían acumularse", dicen fuentes de la junta de personal, que admiten que el convenio recoge 37,5 horas semanales "aunque respetando otros horarios diferentes establecidos", apostillan.

Cuando este asunto estuvo candente, los sindicatos propusieron que esas 2,5 horas se realizasen en función de la situación personal de cada trabajador, una opción rechazada de plano por Ravella. Ante esta situación, siempre según la versión de la plantilla, los empleados abogaron por trabajar todos los días media hora más, con una jornada de 7,45 a 15,15 horas. Actualmente trabajan de 8 a 15 horas.

Otro asunto polémico en tema de cambios de jornada apunta concretamente a las brigadas municipales. El Concello apostaba porque se incluyesen en los turnos de trabajo tardes y fines de semana. Los sindicatos auguran que en la reunión del miércoles también se discutirá este asunto.